sábado, 4 de mayo de 2013

LOS VERSOS DE ORO PITAGÓRICOS



DIÁLOGO
SOBRE LOS VERSOS DE ORO PITAGÓRICOS


Autor: ©Giuseppe Isgró C.


Hidalgo, -dice Escudero-, siempre me han llamado la atención, y cautivado, al mismo tiempo, los versos de oro pitagóricos; me gustaría que hoy nos ocupáramos de este tema y analizáramos cada uno de los versos para extraerle la quintaesencia y deducir las elevadas enseñanzas que contienen y la utilidad que, aún en nuestro tiempo, podemos recabar con su práctica.
-Escudero, nunca dejarás de sorprenderme por la agudeza de tu ingenio y la percepción de las cosas sobre las cuales, realmente, es importante centrar nuestra atención para extraer las enseñanzas que iluminan el Espíritu, fortifican el ánimo y guían en las tomas de decisiones, orientando las acciones en todos los ámbitos de la vida en armonía con los valores universales.
-Quién fue Pitágoras, Hidalgo?
-Escudero, no es sencillo responder a esta pregunta, por cuanto no queda nada escrito por el Maestro, salvo las noticias que sobre él han dejado sus seguidores a través de los tiempos y aún los versos de oro que se le atribuyen pudieran haber sido escritos por discípulos de su doctrina en épocas posteriores, basándose en las enseñanzas impartidas por el sabio de Samos, en su escuela de Crotona y Metaponto, al sur de Italia, en la Magna Grecia, en el siglo VI antes d.n.e.
-Qué noticias, aunque sean breves, podemos sintetizar de él, Hidalgo, para hacernos una idea de quien era y los rasgos sobresalientes de su personalidad?
-Escudero, Pitágoras nació alrededor del año 569 -a.n.e-, en Samos, Grecia. De familia acomodada, recibió amplia y esmerada educación, llegando a dominar la totalidad de los temas de estudio que estaban en boga en su época, es decir: filosofía, matemáticas, astronomía, geometría, poesía, música, oratoria, así como la práctica de diversos deportes para el desarrollo físico integral, habiendo ganado, en la 48ª Olimpiada el campeonato de pugilato.
Pitágoras, fue iniciado en los misterios Eleusinos, fuente ésta en la que se formaron todos los grandes filósofos y pensadores griegos.
Se estima, Escudero, que Tales de Mileto, a quien conociera en su juventud, le inició en el estudio de las matemáticas y que Ferecides, -de no mucha mayor edad que él-, fuese su maestro en diversas áreas de conocimientos.
Pero, muy pronto, su afán de conocimientos le haría emprender largos viajes, emulando el ejemplo de otros sabios, antes de él, como, por ejemplo, Orfeo, Homero, en el segundo milenio antes d.n.e., Licurgo, -el famoso Legislador-, en el siglo IX -a.n.e-, Solón y Tales de Mileto, posteriormente. Según los antiguos relatos al respecto, visitó Lesbos, Mileto, Fenicia y Egipto, entre otros, manteniendo en éste último una larga estancia de 22 años, entre los años 547 y 525 antes d.n.e., estudiando, y recibiendo la iniciación en los misterios menores y mayores egipcios, en los Templos de Isis y Osiris, así como las enseñanzas de Hermes Trismegisto –Toth-, y la Doctrina Secreta de aquel país heredero de la sabiduría Atlante.
Se sabe, que uno de los maestros de Pitágoras, en Egipto, fue Oenupheus de Eliópolis. Sus profundos conocimientos le convirtieron en uno de los más excelsos maestros de la antigüedad.
Pitágoras, también visitó Babilonia, donde estudió con los Maestros Caldeos, la Ciencia de los Magos, es decir, la Magia, la Astronomía, la Astrología, los diversos sistemas de adivinación y la medicina. Su estadía allí duró 12 años. Después de 34 años de ausencia de su patria, regresó a Grecia, pasando antes por su ciudad natal, Samos, por Creta y luego visitó Delfos, cuyo oráculo consultó en relación con las enseñanzas que se proponía impartir en la Magna Grecia, siéndole favorable.
Posteriormente, se dirigió a Crotona, (Magna Grecia), fundando allí su famosa escuela, con la cual aspiraba divulgar los conocimientos adquiridos en tan largo período de estudios, para formar líderes capaces de transformar la sociedad en lo que, después, sería, idealmente hablando, conocida como la edad de oro griega, representando la escuela de Pitágoras lo que, en nuestra época encarna muy bien la Masonería Universal, como institución filosófica iniciática, cuyos objetivos de estudio de todas las ciencias y la práctica de todas las virtudes, les han convertido en la mejor escuela de líderes, siendo la fuente donde se han alimentado prácticamente todos los grandes genios de la humanidad a partir del año 1717 hasta nuestros días.
-Como tú muy bien sabes, Escudero, Pitágoras imponía, a sus discípulos, un largo período de silencio que podía durar, según el temple del candidato, entre dos y cinco años, practica que encontramos, todavía, siglos después, tal es el caso de Apolonio de Tiana, -ese gran maestro contemporáneo y equiparable a Jesús de Nazareth-, que practicó cinco años de silencio.
Una de las prácticas corrientes de las enseñanzas del Maestro, era el aprendizaje, de memoria, de una extensa gama de aforismos poéticos, -con cierta similitud con los koans del Budismo Zen-, cuya lectura reflexiva y/o meditación constante buscaba el desarrollo del Auto-conocimiento y la práctica de todas las virtudes, entre los cuales se conservan los Versos de Oro, transmitidos a la posteridad por Lysis, cuyos comentarios de Hierocles, aún pueden leerse en nuestros días.
-Esa es la razón, y apruebo tu idea al respecto, Escudero, de que, para conocer la enseñanza del maestro, es preciso centrarse en el estudio y práctica de los aforismos de los Versos de Oro, cuya sabiduría se hace evidente desde la primera lectura y, en cada relectura, uno se va sorprendiendo de la elevación y de la profundidad que va descubriendo, así como de la efectividad de su puesta en práctica.
Entre las enseñanzas impartidas por Pitágoras, se encontraban los valores universales, la Reencarnación y la ley del Karma, liderazgo, -sus discípulos se convirtieron en grandes dirigentes políticos tomando las riendas del poder en las diferentes ciudades en las que se desenvolvían; y lógicamente, incluían todo lo que el maestro mismo había aprendido en sus andanzas por los diversos países que había visitado, tomando como denominación la de filósofos, es decir, amigos de la sabiduría.
-Pitágoras, Escudero, tenía conocimiento de al menos seis existencias previas, como son: Pirandro, Etálida, Alco, -mujer de hermoso rostro-, Euforbo, Hermótimo,  y Pirro.
-Nosotros, hoy en día, Escudero, sabemos que, además, fue Isaac, Isaías, Eliseo, Antulio, y Jesús de Nazareth y, si queremos alcanzar un conocimiento real de la verdadera personalidad del hijo del carpintero de Nazareth, despojado de toda la tergiversación histórica con que se le ha envuelto a partir del primer Concilio de Nicea, en el año 325 de nuestra era, la única forma de hacerlo, es equipararlo con el maestro de Samos, es decir, Pitágoras, por cuanto se trata del mismo Espíritu y la grandeza humana del uno es equivalente a la del otro y esa dimensión espiritual equivalente,  además de ser realista, es de mayor envergadura que el revestimiento de divinidad y tergiversación histórica llevados a cabo y que mantiene en engaño a millones de personas, en el mundo occidental. Es preciso comenzar a redimensionar la verdad, ahora, enseñando a la humanidad el cultivo de la conexión cósmica con el Ser Universal, -ELOÍ-, por medio de la meditación en Él y en sus atributos divinos –o valores universales, objetivos de estudio, éstos, en el eterno presente, que permite el desarrollo de la conciencia intuitiva e inspirativa.
-Hidalgo, es cierto que Pitágoras creía en la Metempsicosis, es decir, en la trasmigración de los Espíritus humanos en animales?
-Escudero, la teoría de la Metempsicosis es anterior a la Doctrina Pitagórica; proviene de las leyes de Manú, desde el año 3.700 –a.n.e-, que es un Código de gran sabiduría, conocido, al igual que los Vedas, -de mayor antigüedad, aún-, como las enseñanzas de los oidores a los pies del maestro, es decir, impartidas mediante comunicación espiritual por intermedio de un sensitivo dotado de facultad parlante o de psicografía, como lo era Anaas, la esposa de Seth, hijo de Adán y Eva históricos, por cuyo intermedio se recibieron las Leyes de Manú-. Allí se hace referencia a la trasmigración de los Espíritus en animales, según el tipo de faltas en que, una persona determinada, hubiese incurrido; empero, Escudero, en mi opinión, siendo las enseñanzas de las leyes de Manú, en cuanto a la reencarnación, a la ley del karma y de otra índole, -de gran elevación y precisión-, estimo que esa fue una interpolación, intercalada allí buscando alguna finalidad para el mantenimiento de las castas, que, en definitiva, no se corresponde con el orden de ideas elevadas, universalmente aceptado, hoy en día. El ser humano no puede retroceder, en su evolución, reencarnando en una especie de rango inferior, por lo cual, la doctrina de la Metempsicosis es incorrecta y, probablemente, se le atribuyó erróneamente a Pitágoras, quien sí, ciertamente, enseñó la doctrina de la reencarnación en su esencia real.
-Empero, Escudero, ese retroceso al estado equiparable con determinadas especies animales se lleva a cabo a nivel mental, temporalmente. Es decir, la índole de los pensamientos, de los sentimientos, de los deseos, de las palabras y de los actos, en un momento dado, y en una persona en particular, le transforman, automáticamente, y aunque conserva su “status humano”, su grado vibratorio descendió al nivel equivalente del animal que representa dicha condición, o idiosincrasia, en sentido metafórico. Algunas veces, el ser humano trasciende en sus acciones a los animales, realizando actos que éstos serían incapaces de ejecutar.
-Es correcto, Hidalgo: ahora que tú destacas este particular, me viene a la mente un comentario de Hierocles, a los Versos de Oro, en el cual  afirma que Pitágoras, al referirse a la Metempsicosis, expresa: -“El vicio cambia al ser humano asemejándolo a una bestia, mientras que la virtud le hace semejante a Dios”-.
-Escudero, nosotros, en esta jornada, nos centraremos, únicamente, en los Versos de Oro, que es el objetivo antepuesto por ti, y dejaremos que, cada quien investigue, por sí mismo, lo relativo a los demás aspectos de las enseñanzas de Pitágoras, como son: la música de las esferas, el teorema de Pitágoras, las teorías de los números y el número de oro, aun cuando sí nos ocuparemos de la Tetratkis pitagórica, por la importancia que reviste como fuente universal y representación del ser humano como microcosmos, o pequeño universo, y expresión del Macrocosmos o Gran Universo, y, por ende, de la Tétrada y del cuaternario, vinculándose éste último con el Ser Universal y fuente de la naturaleza toda y aquella, con el ojo que todo lo ve.
-Escudero, los Versos de Oro se dividen en tres partes: en primer lugar, los relativos a la preparación; luego, los destinados a la purificación, y, finalmente, aquellos mediante cuya práctica es factible alcanzar la perfección.


-Hidalgo, si te parece bien, les damos una lectura general y luego los vamos analizando por grupo, hasta deducir todas las enseñanzas que sea factible extractarles.
-Me parece bien, Escudero; léelos tú:
LOS VERSOS DE ORO PITÁGORICOS
PREPARACIÓN:
I.   La practica espiritual:
Antes, honra a los Dioses inmortales, de acuerdo con su jerarquía.
II.   –“Respeta tu promesa, y reverencia a los héroes ilustes, y a los genios, ejecutando las prácticas en uso”.
PURIFICACIÓN:
III.   El culto a la familia:
Rinde honor a tus padres, y a los más cercanos parientes.
IV.   El culto de la amistad:
De los demás, del más virtuoso, por mérito, hazte amigo; con serenas palabras y útiles acciones, sigue su ejemplo. Por leve falta no te irrites con el amigo, de acuerdo con tus fuerzas. Al lado del poder, convence la Necesidad.    
V.   La cultura personal.
 A: La cultura mental:
Por lo tanto, tales cosas conozcas, y sepas, también, refrenar estas otras: El estomágo, antes de todo; igualmente el sueño, el sexo y la ira.
VI.   Ser honrado, franco y justo:
Se irreprochable con todos y en todo; ejecuta, únicamente, actos dignos, tanto en compañía de otros como a solas. Como prioridad, ten pudor contigo, respetándote. Después, siempre, en palabras y en actos, ejercítate en la práctica de la justicia.
VII.   Ser reflexivo:
-“Fórjate el hábito de regir tu conducta por la razón. Recuerda, en suma, que la desencarnación es un destino común. Por lo tanto, las riquezas, hoy buscas de adquirirlas; mañana, puedes perderlas”-.
VIII.   Trabajar con toda confianza:
Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar.
IX.   Ser tolerante y paciente:
Discursos varios oirás, con frecuencia, unos con nobles contenidos, otros indignos; tú, no permitas que los unos te turben, ni de los otros te vuelvas para no oirlos. Y si una mentira es dicha, sopórtala con calma.
X.   Crearse un juicio sano y firme:
En todo cumple cuanto ahora te digo. Ni uno, con palabras u obras, te induzca jamás a decir o a hacer cosa alguna que después no resulte lo mejor para ti. Antes de actuar, reflexiona, para no cometer errores; que actuar o hablar con discernimiento es de gente prudente.
XI.   Estar prevenido:
Pero, tú las cosas harás, que después no te perjudiquen.
XII.   Aprende lo que es necesario:
Ni una cosa, harás, por lo tanto, en la cual, tú, experiencia no tengas. Empero, cuanto, en verdad, te sea necesario, aprende, y vida agradable tendrás.
XIII.   La cultura personal.
B: Seguir un régimen puro y fisiológico.
 Hacer ejercicio.
Es preciso ocuparse de la higiene del cuerpo; pero en las bebidas, en los alimentos y en el ejerccio, la justa medida observa. Recuerda, utiliza el sentido de la justa medida en todo; que nada te proporcione perjuicio.
XIV.   Ser reservado:
Por lo tanto, habitúate a una vida sana, sin molicie; abstente en realizar todo acto que suscite envidia.
XV.   Ser ponderado:
De esta manera, más de lo necesario no gastes, como hacen quienes ignoran lo que es la honradez; pero, no por ello dejes de ser generoso: La justa medida en todo, es en verdad, la virtud de la nobleza. No hagas, en resumén, lo que pueda dañarte, y pondera bien las cosas antes de actuar.
PERFECCIÓN:
XVI.   Los medios de perfeccionamiento.
Antes de todo, tan pronto como despiertes, aprovecha  para elevar tu Espíritu; enseguida ocúpate de cuanto en ese día quieres hacer”-.
XVII.   Examen de sí mismo:
Antes de dormirte, cada noche, por mucho cansancio que tengas, tres veces examina cada uno de tus actos:
·       –“Dónde he estado?”
·       –“Qué he realizado?”
·       –“Cuál obligación dejé de cumplir?”
Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recríminate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina.
XVIII.   La meditación. La fe. La vida virtuosa. La ciencia del Universo.
Sí, sí: Por Aquel que a nuestros Espíritus ha transmitido la Tetratkis, fuente de la eterna-fluente Naturaleza. Esto es lo que hay que hacer. Estas cosas hay que empeñarse en practicar, y amar. Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.
XIX.   La oración:
Pero, al cumplimiento de la obra cíñete, tú, no sin antes solicitar asistencia a los Espíritus protectores que la conduzcan a la perfección.
XX.   La iniciación:
Conocerás el orden divino que rige a los Espíritus, a los seres humanos y a todas las cosas, y percibirás la unidad que penetra la obra toda. Entonces, sabrás que la Naturaleza es una e idéntica en todas partes; a no esperar lo inesperable, y, a no dejar nada sin explicación.
XXI.   La clarividencia:
Sabrás, que los seres humanos soportan pruebas por ellos mismos generadas. Insensatos: A su lado se encuentra el bien, y no lo ven, ni lo oyen; y, también, la liberación de los males la descubren pocos. Tal es la condición que opaca el juicio a los humanos! Son desplazados de un lado para otro, como lo hacen las infantiles cuentas, después de incesantes sacudidas. La discordia es su natural y triste compañera, a la que no hay que provocar, sino cederle el paso y huir de ella.
XXII.   La verdad oculta:
Oh, Dios! De cuántos males librarías a los humanos, si tan solo te dignases en desvelarles a que daimón obedecen! Pero, tú, ten confianza. El origen de los seres humanos es divino. La Naturaleza le va abriendo el acceso a las arcanas virtudes, que ella misma les explica.
XXIII.   La recompensa.  La sabiduría:
Si de ellos en ti hay algo, verás hasta allí, donde te exhorto, reintegrado y silente, y con el Espíritu inmune de todo mal. Pero, deja los alimentos que te prohibí, en los días en que, en hacer puro y libre el Espíritu buscas. Observa, discierne y valúa todo, y a la Inteligencia soberana erige en auriga de lo Alto. De esta manera, dejando el cuerpo, en el eter, libre, irás, como Espíritu divino e inmortal; no más vulnerable serás.
COMENTARIOS A LOS VERSOS DE ORO  DE HIDALGO Y ESCUDERO:
-La  verdad, Hidalgo, es que, solamente su lectura me ha causado una gran sensación de bienestar y sosiego. Producen un efecto benéfico cuya práctica constante, sin duda alguna, afianza en el ánimo, un estado perdurable de perfeccionamiento espiritual de acuerdo a los valores universales o practica de todas las virtudes, tal como lo prescriben las antiguas enseñanzas pitagóricas.
-Así es, Escudero; también, al igual que tú, he experimentado un sentimiento de elevación y sosiego que me ha transportado a esas elevadas esferas espirituales cuya sintonía fortifica el ánimo, sosiega la mente e ilumina el Espíritu, otorgándole paz, armonía y serenidad. 
-Hidalgo, -dice Escudero-, en el primer grupo de los Versos de oro, denominado de purificación, se encuentran los aforismos relativos a la practica espiritual, me gustaría que los fueses comentando uno a uno, a medida que yo te los voy leyendo.
-De acuerdo, Escudero, -le responde Hidalgo-.



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VERSOS DE ORO RELATIVOS A LA PREPARACIÓN:

I.   La practica espiritual:
–“Antes, honra a los Dioses inmortales, a cada uno de acuerdo con su jerarquía”.
-Hidalgo, -inquiere Escudero-, honrar, a los Dioses inmortales, a cada uno según su respectiva jerarquía, qué significa?
-Qué acepción tenía para los antiguos, contemporáneos de Pitágoras, la expresión Dioses inmortales? Qué era un Dios inmortal para ellos, Escudero?
-Un Espíritu, Hidalgo.
-Es correcto, Escudero, los antiguos entendían como Dios al Espíritu. Cuando una persona pasaba a mejor vida, su Espíritu se transformaba en un Dios inmortal. Escudero, el Espíritu es inmortal y eterno, y los griegos, al igual que en la antigua China y en el Japón, en el Shintoismo, rendían culto a los antepasados, -tal como hoy, en el ámbito de la Doctrina Universal, se siguen sus enseñanzas.
-Los antiguos, como lo denota Homero, en sus dos grandes poemas épicos, la Ilíada y la Odisea, estaban conscientes de la intervención de los Dioses inmortales –Espíritus- en los hechos de los hombres.
-Como puede verse, en este primer aforismo, se hace hincapié en que se debe honrar a los Dioses inmortales, a cada uno según su rango.
-Es decir, en la antigüedad estaban conscientes de los diversos niveles evolutivos de cada dios –Espíritu-, lo cual regulaba el grado de honra -credibilidad-, que había que rendírsele o tenerle. Les era conocido, también, su interrelación en los hechos de los hombres.
-Podríamos mencionar, que, en primer lugar, cada ser debería sintonizarse, mental y espiritualmente, con sus respectivos guías y protectores. Cómo es bien conocido, se tiene asignado un guía y un protector espiritual y a su vez, cada quien es guía y protector de alguien; por lo cual, es preciso armonizarse, haciéndose receptivo a sus efluvios protectores e inspiraciones. Luego, es necesario meditar en los dichos de los diversos maestros cuya enseñanza permite sintonizarnos con ese grado de elevación, lo cual sirve como guía e inspiración a la vez.
-Empero, es preciso, paralelamente, ir a la fuente universal, es decir, sintonizarse con el Ser Universal y meditar, cada día, en la mañana y en la noche, en Él y en su atributos divinos, -valores universales-.
-Centrando la atención en el Ser Universal y en sus atributos divinos, se expande la conciencia y comienza a fluir la sabiduría de los valores universales como practica de todas las virtudes, y el poder creador potencialmente infinito con que ha sido dotado el ser humano, aspecto éste, que analizaremos a fondo, cuando en una jornada aparte, nos ocupemos de ello.
-Escudero, -dijo Hidalgo-, te sugiero un ejercicio que te permitirá centrar la atención en el Ser Universal, así como expandir tu conciencia perceptiva en relación a Él y canalizar su flujo de poder, luz, armonía, amor y sabiduría de los atributos divinos.
-Cuál es, Hidalgo? -Responde Escudero-.
-Escudero, los maestros sufíes lo denominan: “El constante recuerdo del nombre de Dios”, el Dzikr. Repite, en la mañana, al levantarte, y en la noche, antes de dormir, -y durante el día cuando lo precises-, mil veces, el nombre de Dios: Eloí, Allah, u otro; el que tú quieras, siempre que sea uno relativo al Creador Universal, o ésta última denominación, si se prefiere.
-Lo practicaré a partir de hoy mismo, Hidalgo, pese a que, en principio, pareciera requerir de una férrea, y exigente, disciplina  espiritual, -dice Escudero-.
-Escudero, desde la primera vez en que lo hagas, querrás repetir el nombre de Dios 1.500 veces, por lo menos, cuando experimentes los efectos de su práctica.


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-Qué opinas, Hidalgo, del contenido del siguiente verso?
II.   –“Respeta tu promesa, y reverencia a los héroes ilustes, y a los genios, ejecutando las prácticas en uso”.
-Escudero, para los antiguos, el juramento tenía diversas acepciones, una, por ejemplo, como promesa de que cumpliría el compromiso de no revelar los secretos que le serían confiados, cuya violación, en esa época, se castigaba severamente; costumbre ésta que en diversas organizaciones de carácter esotérico aun sigue practicándose- Empero, es preciso tener cuidado sobre las clases de juramentos que le son exigidos, por cuanto algunos obligan hasta más allá del presente ciclo de vida, que el iniciando, muchas veces hace sin comprender sus alcances- Luego, a medida que va haciendo luz, en su Espíritu, se percata de que la propia independencia personal y autonomía no pueden ser comprometidas, salvo que, la propia vida virtuosa le conducirá, siempre, a realizar lo correcto, siguiendo el mejor curso de acción que las circunstancias del momento permitan en el acto de tomar las respectivas decisiones .
-Hoy en día, ya no suele hablarse de juramento y es visto con extrañeza hacer tal cosa, debiendo bastar, siempre, la propia palabra, absteniéndose de entrar en trato con quienes no les sea suficiente la garantía de la misma. Tampoco debe hacerse trato alguno con quienes se duda de su confiabilidad, para evitarse costosa experiencia. Y esta debe ser la regla: Jamás hacer trato donde existen dudas, entre las partes, por cuanto, la duda es, o una percepción intuitiva que permite conocer, en forma premonitoria, una realidad, o una expectativa negativa, cuya fuerza mental, al final, casi siempre hará que se verifique el contenido de la misma, por cuanto las expectativas, en cualesquiera de sus polaridades, positivas o negativas, suelen cumplirse.
-De igual manera, la reverencia a los héroes ilustres, por ejemplo: Hércules, Teseo, Ulises, Aquiles, Rómulo, Alejandro Magno y tantos otros que, en cada época, existen,  implica un respeto a quienes se han distinguido en las acciones heroicas y virtuosas en el desempeño de sus funciones y en representación de la Patria. Bien sea que aún vivan o que hayan pasado a mejor vida, implica un reconocimiento al mérito, y cuando, en actos públicos, se rememore sus hazañas, servirá para que las nuevas generaciones se inspiren en estos seres excelsos y emulen sus actos heroicos, como lo han hecho incontables generaciones de jóvenes griegos al emular las acciones virtuosas de los héroes homéricos, lo cual dio nacimiento a la edad de oro griega, cuyos efectos aún nos admiran, después de tanto tiempo.
-Cuando se refiere: –“y, también a los genios subterráneos: cumplirás así lo que las leyes mandan”, debe entenderse por genios subterráneos a Espíritus de grandes genios que ya forman parte de la dimensión espiritual, que, de alguna manera, en un momento dado, en su ciclo de vida terrestre, han servido de intermediarios entre la dimensión espiritual y la física de la vida, tales como Orfeo, Homero, Hesíodo, entre otros, todo lo cual, las antiguas legislaciones –y costumbres- así lo prescribían.


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-Los siguientes versos, Hidalgo, forman parte del grupo relativo a la purificación del discípulo.
PURIFICACIÓN:
III.   El culto a la familia:
-“Rinde honor a tus padres, y a los más cercanos parientes”.
-Hidalgo, -dice Escudero-, me gustaría que comentaras este importante tópico.
-Escudero, -dice Hidalgo-, la familia material es la contraparte de la espiritual de la que formamos parte, la cual es conformada por los seres encarnados, en un momento dado, y por los que, al mismo tiempo, se encuentran en la dimensión espiritual, esperando su turno. Ambos grupos, en cooperación recíproca, es decir, los unos apoyándose con los otros y viceversa. Puede darse el caso de que, paralelamente, los miembros de la familia espiritual que conformamos, se encuentren encarnados en otros países, en diversas familias. Empero, a largo plazo, integran un solo núcleo familiar con diversas vertientes y ramificaciones en la búsqueda de objetivos comunes.
La familia espiritual está integrada, en dados momentos,  por seres afines, amigos, entre quienes reina un amor profundo, una gran amistad y lazos sólidos de afinidad y admiración recíproca.
Empero, dentro del mismo núcleo familiar van entrando a formar parte quienes, por determinadas circunstancias, deben limar asperezas, compensándose, recíprocamente, deudas kármicas. En la familia se dan  las vidas que puedan adeudarse. En cualesquiera de los roles, que por etapas, nos toque representar, constituye un vehículo extraordinario para compartir una convivencia armónica, de solidariedad, de cooperación, de amor y de fraternidad.  Quien nos dio la vida, a nivel físico, puede haber sido alguien que, en un dado momento, nos haya privado de ella y que, por efecto de la ley de justicia universal, ahora le correspondió reponerla y los lazos de la sangre de madre a hijo o hija, permite que nazca  la afinidad entre ambos seres. Donde antes existía enemistad u odio, ahora se propicia la oportunidad de armonizarse y consolidar lazos afectivos que harán más agradable las relaciones entre las partes, en un futuro inmediato, facilitando la convivencia armónica, así como el apoyo mutuo y recíproco.
Por eso, hay que rendir el culto a la familia, a los padres que nos han dado la vida en este ciclo existencial,  cumpliendo con la ley universal y con los propios planes previamente establecidos en la dimensión espiritual, antes de encarnarse, bien sea por afinidad, por karma o por deber. Empero, propicia compartir una vida, ayudarse mutuamente, y las experiencias que se recaban, al final hacen percatarse de que eran las necesarias al propio nivel evolutivo. Vistas las cosas desde una perspectiva espiritual más elevada, nos permitirían darnos cuenta, de que, antes de reencarnar, nosotros mismos hemos elegido a esos seres que ahora constituyen nuestra familia y las respectivas pruebas por las cuales se va pasando en el curso de la existencia.
Con el tiempo, esos seres maravillosos que constituyen los miembros de nuestra propia familia, pese a las diferencias momentáneas que pudiesen haber, en un lapso determinado, una vez superada la etapa, se dan cuenta, desde la perspectiva espiritual, que valió la pena superarla. Eran pruebas previamente antepuestas como objetivos espirituales, para ese determinado ciclo de vida, y ahora, no hay que repetir la experiencia, constituyendo un tiempo ganado  y una prueba ya superada.
Un aforismo de la Doctrina Universal, enunciado por Joaquín Trincado, expresa: -“Quien odia tendrá que amar, y el que quita una vida, con sus besos la repondrá, además de las compensaciones inherentes”-.
-Escudero, el crisol alquímico en el cual se efectúa la purificación es la familia. Es preciso amar a los seres que la conforman, por cuanto, cada uno viene a compensar al otro, a ayudarse mutuamente; al final, todos saldrán favorecidos, aunque ahora no se vea ese fin ulterior.
Cada quien, dentro de la familia, aporta el medio para perfeccionar la afinidad y la armonía y muchas veces antepone las pruebas a los demás miembros y a sí, que les permitirán, a todos, evolucionar.
El bien que hagamos a nuestros padres, el respeto y amor que le profesemos, la ayuda que ahora les prestemos, oportunamente, nos la retribuirán nuestros propios descendientes, como manifestación de la ley de compensación.  Al margen de ello, nuestros padres, volverán, en un futuro próximo, a formar parte de nuestro núcleo familiar, por cuanto, la familia física se va rotando con la espiritual y los abuelos de ahora pueden ser los nietos –o biznietos- de mañana y viceversa. Damos y recibimos, recibimos y daremos a nuestra vez. La familia es maravillosa en cualesquiera formas en que la veamos y debemos honrarla, respetarla, amarla, ayudarla, generosamente, hoy por uno, mañana por otro. El vínculo afectivo, de amor, engrandece a los seres; les hace fuertes, sólidos, invulnerables, y mucho más felices.
Las pruebas en común unen a los miembros de la familia, les fortalecen y les permiten consolidar el sentimiento de unión indisoluble, de identificación, de pertenencia, de solidaridad y afecto recíproco.
Amemos a nuestros padres, honrémosles, brindémosles el cariño que se merecen, el apoyo necesario en todas sus vertientes; que ellos sientan que no han arado en el mar, al habernos dedicado tantos años de su vida durante la etapa de crecimiento. Con abnegación y amor, sacrificaron un largo tiempo en ayudarnos a emanciparnos, en educarnos, en  darnos lo mejor de su ser: su amor, su apoyo y sus sacrificios, privándose, muchas veces, de algo para sí, para dárnoslos a nosotros.
Nadie, como los padres mismos, puede saber los incontables sacrificios y acciones que han sostenido para levantar a la familia, educar a los hijos. Hay hijos que, una vez culminados sus estudios universitarios ven con menosprecio a sus progenitores por su poca instrucción u orígenes humildes. Afortunadamente, son una minoría que aún deben aprender a honrar a sus padres y reconocer que, dentro de esa faz de humildad, se encuentra una dignidad y grandeza que es preciso saber ver más allá de las apariencias.
El amor, el afecto, el sentimiento filial, cultivado y estimulado, permite honrar a los padres como una expresión de gratitud por todo lo que ellos han hecho por nosotros y que, continuarán haciendo, todavía, por cuanto, aún desde el mundo espiritual, cuando ya han pasado a mejor vida, brindarán apoyo a los hijos. El amor de los padres a los hijos es tan grande que solo encontrándose en ese rol se puede comprende tal experiencia. Los lazos afectivos perduraran en la dimensión espiritual; los Espíritus de los padres continuarán ayudando a sus seres queridos, apoyándole, inspirándole, protegiéndole, en fin, dando toda su cooperación, en cualesquiera formas que uno, a veces, ni siquiera se puede imaginar.
La familia es el núcleo en el cual se expresa el amor en todas sus vertientes y variantes y prepara para ese amor aún mayor que constituye la expresión sublime de la familia cósmica. En nuestro carácter de seres emanados del Ser Universal, todos somos miembros de la fraternidad del universo; esa es nuestra meta común: reconocernos hermanos y hermanas y velar por el bien de la humanidad toda, donde, por el respeto mutuo, cada quien aporte el mayor bien, en armonía con todos.
-Escudero, es importante destacar que dentro de la familia existen muchos roles que cumplir. Por ejemplo: además del rol de padres e hijos, y el de cónyuges, el de hermanos, el de abuelos y nietos, el de tíos y sobrinos, el de primos hermanos, en todos sus grados, y las vinculaciones por medio del parentesco político, que se mantiene aún después de que el vínculo se haya disuelto: como es el caso de los suegros, el de las nueras y el de los yernos, entre otros. También, Escudero, hay que recordar que un gran número de amigos forman parte de nuestra familia en igual o mayor grado que aquella que conformamos por vínculos sanguíneos. Esta puede estar integrada por la acción de la ley cósmica para que cada miembro vaya limando sus asperezas y nazca la correspondiente afinidad, así como para que se produzca la respectiva compensación de deudas kármicas. En cambio, los lazos afectivos con las personas amigas nacen de la afinidad y del recíproco aprecio y en la práctica, de hecho, los amigos constituyen la verdadera familia, haya o no vinculación de lazos consanguíneos.
-Hidalgo, -dice Escudero-, me has emocionado con tus comentarios sobre este punto tan hermoso.
-Gracias, Escudero.


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-Hidalgo, -inquiere Escudero-, qué me puedes decir, ahora, sobre el siguiente verso?
IV.   El culto de la amistad:
-“De los demás, del más virtuoso, por mérito, hazte amigo; con serenas palabras y útiles acciones, sigue su ejemplo. Por leve falta no te irrites con el amigo, de acuerdo con tus fuerzas. Al lado del poder, convence la Necesidad”.    
-Este verso, Escudero, sugiere hacerse amigo de los seres más virtuosos y prudentes, por cuanto, son quienes pueden fungir, en un momento dado, de maestros y guías. Se le puede emular, o seguir su ejemplo como paradigmas, en la oportunidad de discernir sobre la recta conducta, frente a las múltiples situaciones que se afrontan en la vida.
Luego, el cultivo de la gente virtuosa y prudente, es el medio idóneo que permite fomentar las buenas costumbres y la nobleza de carácter. Esto crea la cooperación sincera y generosa entre los seres, y constituye el terreno ideal para el desarrollo de las cualidades de la personalidad en un mejor nivel, cada día.
Es preciso, en las relaciones que desarrollamos en nuestro entorno total, a nivel personal y profesional, mantener un trato amable, cortés, digno y facilitar los actos útiles, tanto los propios como el de estimular los ajenos en beneficio de la colectividad.
El cultivo de la amistad debe ir más allá de lo que pueda significar una falta leve en personas que conforman el propio círculo. La tolerancia permitirá, al amigo que incurrió en falta leve, de rectificar y mantener un vínculo valioso, por cuanto, la amistad es uno de los valores más grandes que posee el ser humano. El afecto amistoso, una palabra de aprecio, de apoyo, de estímulo, de simpatía, son caudales que enriquecen a quienes los cultivan, recordando que la amistad comienza donde termina el abuso. Como decía Aristóteles, -“si hay amistad, no hace falta justicia”.
El aforismo sugiere de hacer todas estas cosas de acuerdo a las propias fuerzas y virtudes, recordando que lo posible se encuentra junto a lo necesario, deducido de la expresión: -“Al lado del poder, convence la Necesidad”. Desde el momento en que se experimenta una necesidad, de la índole que fuere, es porque se está en condiciones de satisfacerla de manera adecuada, caso contrario, la necesidad habría dejado de expresarse. Toda necesidad genera, siempre, una fuerza equivalente y suficiente, capaz de facilitar el traslado, de la persona, desde el lugar en que la afronta, hasta aquel otro en el cual reside la satisfacción de la misma. También, la necesidad, permite expresar el poder potencialmente infinito del cual está dotado el ser humano, en el respectivo grado de su manifestación, para resolverla.  Frente a todas las situaciones de la vida, es preciso mantener una actitud de confianza, por cuanto, todo, siempre, se resuelve de la mejor manera posible, por ser ese el fin de la naturaleza de las cosas y la misma vida apoya, a cada quien, a tales efectos. Hay una condición sine que non: Que se siga adelante cuando las cosas se pongan menos fáciles. Ese representa el instante en que la noche muda en día y se activan las fuerzas creadoras de la mente, resolviéndose las situaciones favorablemente.


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-Hidalgo, ahora me gustaría que comentaras el siguiente verso relativo a la cultura personal:
V.   La cultura personal.
 A: La cultura mental:
-“Por lo tanto, tales cosas conozcas, y sepas, también, refrenar estas otras: El estomágo, antes de todo; igualmente el sueño, el sexo y la ira”.
El Maestro sugiere, en este verso, compenetrarse en el cumplimiento de estos preceptos, empero, antes de todo, recomienda dominar las necesidades del estómago, es decir, mantener la templanza en el comer y en el beber, como regla de sabiduría y de vida. Todo exceso debe ser evitado, ya que, a la larga, pasa factura y la persona habrá de pagar por ello. Comer y beber, moderadamente, aquellos alimentos y bebidas  que contribuyan a mantener un cuerpo y mente saludables, cumpliendo el precepto antiguo: -“que tu medicina sea tu alimento y tu alimento tu medicina”; en otras palabras, es preciso dominar todo lo que constituya gula.
Sugiere, el verso, Escudero, tener presente las necesidades del sueño, es decir, no acostarse muy tarde, debiéndose ir a dormir el mismo día en que la persona se levanta.
Es una buena costumbre, acostarse antes de la medianoche, ya que, es preciso evitar el trasnocho, para mantener el equilibrio.
-Igualmente, es una buena práctica, levantarse tan pronto se despierte, alrededor de las cinco de la mañana, lo cual permite conservar la lucidez mental durante el día y activa la voluntad de acción. La prueba lo confirma.
-También, es preciso controlar los arranques de los apetitos y de la ira. Los apetitos, que implican pasiones no convenientes, de la índole que fueren, que vayan más allá del propio control. Hay que ejercitarse en someterlas al propio dominio para ser señor de sí mismo y conductor avezado de todas las circunstancias, manteniendo el justo equilibrio en todo.  Esto no solo es posible, sino necesario como un acto de propia auto-disciplina, autodominio y expresión suprema de la templanza, una de las virtudes fundamentales. Se requiere someter los propios deseos a la práctica de lo que Sidharta Gautama, -un gran contemporáneo de Pitágoras-, denominaba el Noble Sendero Óctuple, es decir: 1) Rectas opiniones (pensamientos); 2) Rectos propósitos; 3) Rectas palabras; 4) Recta acción; 5) Rectos medios de sustentamiento de vida; 6) Recto esfuerzo; 7) Recta atención; y, 8) Recta concentración.
El cultivo de la calma imperturbable, de la impasibilidad frente a todo y a todos, la serenidad, la tolerancia, la paciencia, la fortaleza, la justicia, la prudencia, el perdón y la comprensión de las leyes universales, son practicas necesarias para poder sobreponerse a la ira, la cual podría llevar a la persona a excederse en sus respectivos arranques y hacerle responsables de hechos u omisiones de los cuales, frente a la justicia humana y a la divina, oportunamente, debería responder, realizando las respectivas compensaciones.
Si bien el autodominio precisa disciplina, aporta incontables beneficios que motivan a ejercer un control absoluto de los propios pensamientos, sentimientos, palabras, deseos, actitudes y actos, con lo cual se somete el propio destino a la acción deliberada de la mente.
-Me parece muy interesante, tu análisis, -Hidalgo.


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Ahora me gustaría que comentaras el siguiente verso, el cual trata sobre la mejor manera de ser honrado, franco y justo:
VI.   Ser honrado, franco y justo:
-“Se irreprochable con todos y en todo; ejecuta, únicamente, actos dignos, tanto en compañía de otros como a solas. Como prioridad, ten pudor contigo, respetándote. Después, siempre, en palabras y en actos, ejercítate en la práctica de la justicia”.
Esto, me recuerda, Escudero, un antiguo aforismo de Demetrio Falereo, -orador y escritor griego del siglo IV a.n.e., mediante el cual, expresó: -“Dentro de la casa tened vergüenza de vuestros padres, fuera de ella, de todos cuanto os vean, y en la soledad téngala cada uno de sí mismo”.
La virtud de la justicia, -Escudero, permite someter todos los actos al control de la voluntad, al rigor de lo que es digno tanto en relación con los demás como consigo mismo, aún estando a solas. Tal como muy bien lo concibieron los antiguos griegos, los propios actos respiran “némesis” o “recta indignación” cósmica, por cuanto existe todo un universo que lo presencia. El Ser Universal, que expresa, en la propia conciencia, el sentimiento de lo justo, o de su valor opuesto, haciendo experimentar, a la persona, el efecto respectivo de advertencia coercitiva o de recriminación coactiva, según el caso, es decir, en el primero, en el instante de pensar en la realización del acto indebido; en el segundo, después de realizarlo.
-Alude, el verso, Escudero, a la sugerencia del auto-respeto, que implica una de las claves fundamentales para el desarrollo de una poderosa auto-estima, que significa la conciencia de la propia dignidad.
-En el momento en que la persona se respeta a sí misma, este sentimiento de auto-respeto le permite mantenerse dentro de un radio de acción que represente el equilibrio de la justicia, de lo digno, de lo correcto y lo ético.
-Quien se respeta a sí mismo, Escudero, también respetará a los demás, sean cuales fueren las circunstancias inherentes. Los actos que ofenden a los demás, implican que, antes, la persona se irrespetó a sí misma.
-Cuando el verso sugiere: -“Seguidamente ejércete en practicar la justicia, en palabras y en obras”, es que, tantos las palabras como las obras, además de los pensamientos y los sentimientos, en discordancia con el valor de la justicia, crean karma para quien que las realiza. La persona, en cuya práctica de todas las virtudes se ejercita, emitirá correctos pensamientos y sentimientos, pronunciará juiciosas palabras y ejecutará rectas acciones, las cuales, como semillas que generan frutos, le permitirá cosechar los resultados positivos y satisfactorios que anhela, en armonía con todos. Esto, al mismo tiempo, permite disfrutar de la tranquilidad de la propia conciencia, juez severo y testigo perenne de cada uno de sus actos y pensamientos. Es preciso recordar la agudeza jurídica del hermano Jesús de Nazareth –equiparable a Pitágoras-,  cuando expresó: -“Si has deseado, mentalmente, la mujer de tu prójimo, ya has incurrido en falta”-. Hasta los pensamientos y sentimientos no ejecutados crean karma y hacen experimentar vergüenza al pensador. Además, por la ley de atracción, ambos tejen las propias circunstancias existenciales.
Un aspecto adicional que es necesario recordarlo, Escudero, es: Todo el bien que se podía haber hecho y se deja de hacer, además de crear karma, hace experimentar vergüenza, oportunamente, a la persona objeto de la omisión, por acción coactiva de la ley cósmica en la conciencia.
-El comentario precedente, -Hidalgo, me ha hecho percibir cosas en las cuales no había pensado antes en ese grado de precisión con que actúa la ley cósmica.


7


-El siguiente verso, -Hidalgo, se refiere a la necesidad de ser reflexivo, antes de actuar; -qué opinas al respecto?
VII.   Ser reflexivo:
-“Fórjate el hábito de regir tu conducta por la razón. Recuerda, en suma, que la desencarnación es un destino común. Por lo tanto, las riquezas, hoy buscas de adquirirlas; mañana, puedes perderlas”-.
Este aforismo, Escudero, me recuerda el poema Sí, de Rudyard Klipling, el cual te sugiero leer, si acaso aún no lo hubieras hecho.
-Escudero, la razón es el fiel de la balanza de la justicia, cuyos dos platillos son la igualdad, -en y ante la ley-, es decir, actuamos en igualdad de condiciones en el entorno universal; y la compensación, la cual determina que  nuestras acciones deben compensar o recibir las respectivas compensaciones. Vale decir, el salario cósmico o anti-salario, según corresponda. No tiene sentido realizar actos exentos de razón por cuanto hay que pagar sus consecuencias, -nadie escapa de ello-. Es mejor realizar siembras cuya cosecha sea satisfactoria, que nos aporte beneficios a todas las partes involucradas. Escudero, al final de todo, lo que constituirá nuestra mayor riqueza será el bien que habremos hecho a los demás, por cuanto, su compensación nos acompañará, aún, en futuros ciclos de vida, así como la respectiva gratitud. Más importante, todavía, es la satisfacción, en nuestra conciencia, del bien efectuado, que permite experimentar un sentimiento de autorrealización y el desarrollo de la propia aptitud o capacidad de hacer o dejar de hacer.
Las ganancias forman parte inherente del propio servicio a la colectividad, el cual se realiza, muchas veces por asunción de una función social, aún cuando, muchas veces, no redunde en un beneficio económico. Empero, el salario cósmico, reportará tantas y tales compensaciones que, aun sin ser de orden financiero, uno no las cambiaría por ninguna cantidad por elevada que fuese, ya que le restaría el mérito que dicha acción conlleva; la compensación es una parte inherente a la acción y una consecuencia de la misma; haciendo la cosa debida, se obtiene la otra, por añadidura y equivalencia.
Al final, no obstante, los bienes materiales se quedan aquí; lo que cada quien se lleva es la experiencia, y el desarrollo personal que las propias misiones realizadas aportan como salario cósmico. El desapego de las ganancias y de las eventuales pérdidas, permiten darse cuenta de que el propio poder es igual en una u otra situación. Las circunstancias van y vienen, pero la propia autonomía y dominio personal se mantienen inalterables sean cuales fueren las condiciones exteriores. Esa inalterabilidad de estado anímico interior y la fortaleza espiritual, constituyen la verdadera riqueza.
-Hidalgo, me has hecho ver como, por encima de las situaciones exteriores, lo importante que es la propia actitud frente a ellas, tal como lo decía Epicteto, cuando expresó: -“Lo que importa no son las cosas en sí mismas, sino nuestra propia comprensión y actitud frente a ellas”-.
-Me alegro, Escudero, de que recordaras el aforismo del gran maestro estoico; se ve que ya has leído su Manual y las máximas que contienen, así como las Disertaciones de Arriano, obras que tanto apreciaba Marco Aurelio, el emperador filósofo.
-Hidalgo, -dice Escudero-, aquí tengo una copia del poema Sí…, de Rudyard Kipling, vamos a leerlo.
-Me parece bien, Escudero, léelo tú.
Acto seguido, Escudero realiza la lectura con voz clara, fuerte y vibrante, Escuchémosle:

Si….
Por Rudyard Kipling

  Si puedes llevar la cabeza sobre los hombros
  bien puesta,... cuando otros la pierden y de ello
  te culpan;
  Si puedes confiar en tí cuando todos de tí dudan, ...
  pero tomas en cuenta sus dudas;
  Si puedes esperar sin que te canse la espera,
  o soportar calumnias sin pagar con la misma
  moneda,
  o ser odiado sin dar cabida al odio, ...
  y no por eso parecer demasiado bueno o sabio;

  Si puedes soñar sin que tus sueños te dominen;
  Si puedes pensar sin que tus pensamientos sean
  tu meta;
  Si puedes habértelas con Triunfo y Desastre
  y tratar por igual a ambos de farsantes.
  Si puedes tolerar que los bribones 
  tergiversen la verdad que has expresado
  y la convierten en trampa para necios,
  o ver en ruinas la obra de tu vida
  y agacharte y reconstruirla con viejas
  herramientas;

  Si puedes hacer un atado con todas tus
  ganancias
  y arrojarlas al capricho del azar,
  y perderlas y volver a empezar desde el principio
  sin que salga de tus labios una queja;
  Si puedes poner al servicio de tus fines el corazón,
  el entusiasmo y la fortaleza, aún agotados,
  Y resistir aunque no te quede ya nada..,
  salvo la voluntad que te diga: ¨Adelante!¨.

  Si puedes dirigirte a las multitudes sin perder la
  virtud,
  y codearte con gobernantes sin perder la sencillez.
  Si no pueden herirte amigos ni enemigos;
  si todos cuentan contigo en demasía;
  si puedes llenar el implacable minuto,
  con sesenta segundos de esfuerzo denodado,
  tuya es la Tierra y cuanto en ella hay,
  y más aún, serás un hombre, hijo mío!




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-Ahora, -Hidalgo, comenta el siguiente verso:
VIII.   Trabajar con toda confianza:
-“Cuantos, por acción de la ley cósmica, experimentan pruebas adversas. Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora. Piensa, que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que les toca afrontar”.
-Escudero, cuáles son las pruebas adversas que caben por acción de la ley cósmica?
-Hidalgo, son aquellos que una persona en particular trae en su plan existencial como objetivo de superación personal, debido al karma acumulado en ciclos existenciales anteriores, algunas de las cuales las ha elegido ella misma para experimentar exactamente lo mismo de lo que ha hecho pasar a otros seres. Otras pruebas son para compensar las deudas pendientes, las que es preciso afrontar, con confianza. La misma vida, al anteponerlas en el plan, de cada quien, considera que se poseen las fuerzas necesarias para superarlas exitosamente. De haber sido lo contrario, no las habría aprobado, previamente, cuando la misma persona las antepuso, a nivel espiritual, en su planificación de objetivos.
Al afrontarlas, el mecanismo de la justicia divina, los regidores cósmicos, los guías y protectores, ayudan a superarlas con éxito. Empero, si la persona se rehúsa asumir las pruebas que la vida le antepone, rehuyendo su compromiso kármico, en vez de recibir asistencia será abandonado a sus propias fuerzas y las que ahora dejó de afrontar pasarán a engrosar la carga de la siguiente existencia. Decía Eliphas Levi: -“Quien un solo día pierde sobrecarga el mañana”-. Es preciso hacer frente a cada situación en su debida oportunidad, cara a cara, con serenidad, por cuanto en los momentos menos fáciles van emergiendo energías desconocidas, de ese potencial infinito que se anida en el interior de cada quien. De donde menos se piensa, aparecen elementos cooperantes, auxiliadores, que van llevando a la persona como de las manos, como cargadas en los propios hombros, sorprendiendo el hecho de que la carga pareciera menos pesada de lo que realmente es.
-Al final, Escudero, esa prueba superada exitosamente constituirá uno de los momentos de regocijo más importante en la vida, ya que la persona ha descubierto, dentro de sí, un potencial que no creía haber tenido. Además, al haberla afrontado y superado, ya no hay más prueba pendiente, quedando libre de ese compromiso,  siendo la vida quien le apoya para salir de la situación con bien y le libera, protegiéndole, de cualesquiera otras situaciones análogas, si no le corresponde en su plan de vida.
La clave que es preciso aplicar, en estos casos, Escudero, es la de soportarla sin indignación, sin quejarse, por cuanto, la queja es una falta frente al esquema cósmico y a la justicia divina. Implica una forma de evasión en afrontarla con ánimo confiado, serenidad, calma imperturbable, impasibilidad y comprensión de las leyes de la vida. Esa evasión ahuyenta a las fuerzas cooperantes y a la vez, por la ley de atracción, la queja atrae nuevos elementos por los cuales quejarse, ya que las imágenes de determinadas frecuencias, por la ley de atracción, generan situaciones análogas.  Es preciso transmutar el estado vibratorio a la polaridad positiva, visualizando, o imaginando, las condiciones positivas opuestas y crearlas en la propia mente y en el momento oportuno, el cuadro mental interno creará la situación equivalente en el plano físico de la manifestación, en armonía con todos.
Aceptar cualesquiera situaciones que se afronten es el primer paso para su solución.  Desde el momento en que se acepta afrontar la situación, fuerzas creadoras comienzan a manifestarse cooperando a la solución. Es preciso asumir el compromiso inherente y tomar la decisión y la determinación de que sea cual fuere el reto que ello implique, se resolverá la situación en el tiempo que sea necesario, aunque ello represente un lapso largo, pero, oportunamente, esa meta será alcanzada.
La aceptación de la situación y la asunción confiada de que podrá resolverla satisfactoriamente, activa el poder creador de la mente  y atrae la cooperación de la justicia divina y de las fuerzas cooperantes del universo que, siempre, asisten a toda persona que cumple su deber.
-Es preciso, Escudero, en ese momento, adelantar las gracias al Creador Universal, por cuanto la situación, en sus planes cósmicos, ya está resuelta, y así es, realmente.
-Por supuesto, Escudero, hay que tomar en cuenta la sugerencia del verso pitagórico cuando expresa: -“Las que a ti te correspondan, sopórtalas con calma, sosegadamente. Superarlas, satisfactoriamente, sí, te conviene, con toda tu potencia creadora”. El refrán español, dice: -“A Dios rogando y con el mazo dando”.
Recuerda, Escudero, nada resiste la acción sostenida de una voluntad determinada a triunfar. Finalmente, la persona se impondrá, sin importar la cuantía del esfuerzo o la resistencia de la situación.
-Como tú recuerdas, Escudero, el verso termina expresando: -“Piensa que, después de todo, a la gente buena, no son tantas las adversidades que le toca afrontar”-.
-En realidad, Escudero, existe un efecto protector para la persona justa por parte de la justicia divina que evita que la adversidad afrontada vaya más allá de lo que la persona amerita en su experiencia de vida, aunque a veces pueda parecer que tarde en manifestarse, o que dejare de hacerlo.  Empero, oportunamente, se observará, por cuanto la vida tiene sus maneras particulares de proteger a los seres, como ya lo hemos expresado en otra parte.
-La adversidad que se afronta en las pruebas de la vida, Escudero, suele aportar las experiencias más gratificantes  cuando se supera positivamente, por cuanto es  como el viento que sirve de sostén, a los aviones, para elevarse, en el despegue; por eso lo hacen con el viento en contra y no a favor.
-Si no hubiesen situaciones o pruebas por resolver, que la vida va anteponiendo de acuerdo al plan de cada quien, el ser humano no tendría manera de desarrollar su fortaleza y capacidades innatas, quedándose estancado.
Por eso, Escudero, parafraseando a Séneca: podría inquirirse: -“Te vanagloria de que nunca has afrontado pruebas severas? No existe motivo para tal cosa, simplemente, la vida no te está tomando en cuenta, le resultas demasiado insignificante para ponerte una prueba importante: busca un contrincante exigente y te deja en paz”-.
Es preciso, Escudero,  desarrollar la propia capacidad  de asumir retos y elevarse por encimas de las circunstancias sean cuales fueren, única manera de aprovechar las oportunidades encerradas en las situaciones que constituyen las pruebas esenciales de la vida, casi siempre presentadas bajo la apariencia de la adversidad que en el fondo no es otra cosa que nuestra mayor benefactora.
Una cosa que es importante considerar, -Escudero, es que, muchas veces, algunas adversidades menores la vida las antepone para apartarle, a la persona, del camino que conduce a otras de mayores consecuencias, que no les corresponden tenerlas en su plan de vida. Hay que dar las gracias a la Inteligencia Infinita, por no haber sido mayor su efecto, es decir, destacar la parte positiva del hecho y ver la oportunidad dentro de la adversidad, por cuanto, como decía Napoleón Hill, -maestro de la literatura estimulante del siglo XX-, -“Cada adversidad trae un beneficio equivalente o mayor”.
-Hidalgo, -dice Escudero-, estoy totalmente de acuerdo contigo, en el análisis que has efectuado. Gracias.


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Ahora dame tu opinión sobre el siguiente verso, relativo a ser tolerante y paciente:
IX.   Ser tolerante y paciente:
-“Discursos varíos oirás, con frecuencia, unos con nobles contenidos, otros indignos; tú, no permitas que los unos te turben, ni de los otros te vuelvas para no oirlos. Y si una mentira es dicha, sopórtala con calma”.
-Uno de los grandes secretos que es preciso comunicar, Escudero, es el de guardar silencio sobre los propios objetivos, quien se es, a donde se va, lo que se hace, piensa hacer, o se espera, entre otras cosas.
-Toda confidencia sobre cualesquiera propósitos que la persona se proponga realizar, en el momento de comentarla, crea, automáticamente, una fuerza antagónica, contraria, que constituye un handicap y va a requerir un esfuerzo extra para superarlo, sin importar quien sea la persona a quien se le cuente. Puede ser el o la cónyuge, la madre, un hermano, o un amigo, y mientras mas allegada se la persona, mayor es la fuerza antagónica que genera. Al mismo tiempo, se suelta la imagen del proyecto que se desea realizar y al hacerlo, la mente lo aleja de su centro de poder, que es la imagen en la pantalla mental, donde crea un campo de fuerza magnética que atrae a los elementos coadyuvantes y repele a los contrarios, por la ley de atracción cósmica.
Empero, Escudero, es imposible que otras personas dejen de participar en el conocimiento de lo que, en un momento dado, se está realizando; y a tales efectos, gran número de ellas, con o sin buenas intenciones, se toman la libertad de opinar, expresando comentarios que pueden tener cualesquiera modalidades de matices, positivos o no, las cuales muchas veces pueden contener informaciones útiles de tener en cuenta, aunque sean poco agradables. Es preciso escucharles serenamente; una vez oídos, se le da las gracias y se pasa a otra cosa, sin turbarse, centrando la atención en un aspecto positivo, como el constante recuerdo del nombre del Ser Universal, ELOÍ, que funge de elemento equilibrante, de conexión con la fuente divina, -como un mantra-. Automáticamente, al poco rato, se sienten renacer las fuerzas positivas, manteniendo el control de la situación y del propio estado anímico, y por ende, de los pensamientos, sentimientos y deseos, de las palabras, y de los actos, en todas sus vertientes y variantes. A veces, Escudero, se pueden estar escuchando cosas que no se corresponden con la verdad, y encontrarse impotente para hacer algo, de momento. Es preciso, en estos casos, seguir la sugerencia contenida en el verso: -“Y si una mentira es dicha, sopórtala con calma”. Al final, Escudero, la verdad triunfa del error y de nada sirve perder el autodominio o la compostura, que haría, muchas veces, pese a tener la razón, dejar, en el ambiente, un efecto contraproducente. Es preciso conservar la compostura y la serenidad; seguir adelante impasible, haciendo todo lo que sea preciso para que resplandezca, o se afiance, la verdad, oportunamente y así será. Siempre la verdad se impone; de ahí lo imperioso de subordinar los propios pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y actos, a la verdad de los valores universales, guía segura en la práctica de todas las virtudes y en la obtención de los resultados más satisfactorios en el camino de la vida.


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-Hidalgo, -dice Escudero-, háblame, ahora, del siguiente verso:
X.   Crearse un juicio sano y firme:
-“En todo cumple cuanto ahora te digo. Ni uno, con palabras u obras, te induzca jamás a decir o a hacer cosa alguna que después no resulte lo mejor para ti. Antes de actuar, reflexiona, para no cometer errores; que actuar o hablar con discernimiento es de gente prudente”.
-Este verso, Escudero, tiene que ver con el arte de tomar decisiones  efectivas; éstas deben aportar, siempre, en el más favorable de los casos, y en los menos favorecidos de los mismos, el resultado que mejor satisfaga la expectativa o el valor esperado de la toma de decisión. La elección se hace sobre el curso de acción que, ocurriendo lo mejor, el resultado satisfaga, y, en el caso contrario, que resulte el efecto negativo de menores consecuencias y se pueda controlar la situación.  
Tomada la decisión, es preciso de ponerse en movimiento, pasando a la acción efectiva. Aquí es donde se requiere fortalecerse. Es decir, a la hora de ponerse en acción, hay que hacerlo en tiempo oportuno, actuando con decisión serena y expectativa positiva.
-Que tu elección de hacer, o dejar de realizar, sea fruto de tu propia decisión, sin que nadie te mueva a la acción sin suficiente reflexión, o te induzca a resultados que no constituyan tu mejor opción. Cada curso de acción que elijas debe aportar el óptimo resultado anhelado y el más justo factible para todas las partes involucradas.
-Que no te preocupe “el que dirán”; lo único que importa es mantener la situación bajo control positivo y no dejarse manipular. Cuando la presión es demasiado fuerte para tomar una decisión sin suficiente tiempo para hacerse cargo probable de los resultados, en esos casos la respuesta  es, –o debe ser-, siempre: “No”. Lo siento, ahora no puedo tomar esta decisión; déjame pensarlo”. –“Gracias, me es imposible asistir a esa reunión”. O, bien: -“Gracias, ahora no estoy interesado”.
-El filósofo de Samos, Escudero, es muy claro, cuando sugiere: -“Antes de actuar, reflexiona, para no cometer errores; que actuar o hablar con discernimiento es de gente prudente”.
-La reflexión tiene efectos, primeramente, sobre los pensamientos y los sentimientos, identificándolos, con lo cual se adquiere conciencia de ellos, aclarando las ideas y transmutando la polaridad, de ser necesario, de un determinado grado, a otro de rango  superior positivo, regido por los parámetros de los valores universales. Acto seguido, con las ideas claras y regidos por los parámetros de los valores universales, se puede pronunciar la palabra correcta o emprender la justa acción, obteniendo el mejor resultado factible para todas las partes involucradas.                                       
-Es correcto, Hidalgo, -dice Escudero-; a tales efectos, Pitágoras, en el verso siguiente, lo ratifica, al sugerir la necesidad de estar prevenido, siempre.


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XI.   Estar prevenido:
-“Pero, tú las cosas harás, que después no te perjudiquen”.
-Es cierto, Escudero; por cada decisión que se tome, es preciso hacerse cargo de los resultados probables que pueden ser logrados, valuando hasta las más lejanas consecuencias que podrían derivarse de cualesquiera de los cursos de acciones entre los cuales podría elegirse.
-En el verso anterior, Escudero, hemos hablado lo suficiente sobre los dos aspectos probables que pueden derivarse de una decisión y sopesar el mejor y el menos favorables de los casos, para ver si la situación es factible ponerla bajo control, de asumir determinado curso de acción, tanto en condiciones de certeza, de riego o de incertidumbre.
-Podríamos añadir, Escudero, que lo que se hace incluye lo que se omite, o deja de hacerse. Lo realizado, o lo que ha dejado de llevarse a cabo, incluye, además, los propios pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y actos. Si el fruto de nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y actos, es inocuo para nosotros, paralelamente lo será para todas las personas vinculadas o vinculantes.
-Empero, Escudero, además de que nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y actos no aporten perjuicios para sí ni para otros, deberán propiciar la mayor suma de bien para todos, autoincluyéndose.
-Para lograr este propósito, Escudero, es preciso que nuestros pensamientos, sentimientos, deseos, palabras y actos, se rijan por la guía de los valores universales para vivir en armonía con las leyes naturales, con todos y con el todo. Con esto, cada quien alcanza la mayor suma de felicidad y bienestar posibles, en cada caso y ocasión.


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-Hidalgo, -dice Escudero-, háblame ahora, sobre el siguiente verso, que expresa la necesidad de aprender lo necesario como norma de una vida agradable:
XII.   Aprende lo que es necesario:
-“Ni una cosa, harás, por lo tanto, en la cual, tú, experiencia no tengas. Empero, cuanto, en verdad, te sea necesario, aprende, y vida agradable tendrás”.
-Escudero, el maestro tiene razón cuando sugiere dejar de involucrarse en actividades desconocidas por la persona, por cuanto se derivarían riesgos que podrían sobrepasar las propias fuerzas y ello se desaconseja. Empero, todo es posible aprenderlo, y en el tiempo necesario, una persona puede convertirse en experta y aprovechar las oportunidades inherentes a cada caso.
-Lo cual, -Escudero, de seguir este camino, la vida resulta agradable, siempre, por el control que se mantiene, en primer lugar, sobre sí, ya que la persona toma las riendas de su vida en las propias manos, y acto seguido, en forma automática, sobre las situaciones, transmutando los puntos menos fuertes, evitando riesgos innecesarios, y optimizando las fortalezas puestas al propio alcance.
-Hoy en día, Escudero, es fácil, mediante un plan adecuado, convertirse en experto sobre cualquier materia en la cual se tenga un interés genuino, culminando cualquier carrera universitaria, master o doctorado, sin límites de edad ni de cualesquiera otras índoles. Sólo basta decidirlo y dar el primer paso; lo demás viene dado por añadidura.
-Es preciso recordar, Escudero, que ninguna persona obtiene éxitos que vayan más allá de hasta donde alcanza su capacidad perceptiva, -o visión-, y preparación. El mismo filósofo de Samos da de ello un ejemplo extraordinario cuando pasa 34 años viajando por diversos países en la búsqueda de conocimientos, preparándose para el rol que, luego, le tocaría desempeñar en uno de los más grandiosos movimientos de la antigüedad clásica: el pitagórico.


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-Hidalgo, -dice Escudero-, coméntame, ahora, el siguiente verso, el cual trata sobre La cultura personal.  B: Seguir un régimen puro y fisiológico. Hacer ejercicio.
    I.   –“La cultura personal. B: Seguir un régimen puro y fisiológico.  Hacer ejercicio”.
-“Es preciso ocuparse de la higiene del cuerpo; pero en las bebidas, en los alimentos y en el ejerccio, la justa medida observa. Recuerda, utiliza el sentido de la justa medida en todo; que nada te proporcione perjuicio”.
-Este verso, es realmente interesante, Escudero, y nos permitirá destacar cuatro aspectos importantes para conservar la salud, como son: 1) Una alimentación sana, evitando todos aquellos alimentos nocivos para la salud. 2) La práctica de un ejercicio de respiración profunda. 3) La práctica de la relajación y control de estrés. 4) La práctica de la meditación y una disciplina espiritual.
El primer punto, es de vital importancia, Escudero, por cuanto somos lo que comemos o bebemos; el maestro recomendaba que, durante los trabajos de estudios, en las sesiones pitagóricas, se abstuviese el adepto de comer habas; y yo, agrego, aquí, Escudero, que la persona, si desea conservar su salud, debe eliminar de su dieta, los siguientes quince enemigos:   1) Pollo, huevos, pavo.  2) Carne de Cerdo y todos sus derivados. 3) Azúcar. 4) Pimentón. 5) Manzanilla (Chamomilla). 6) Mantequilla y/o Margarina. 7) Licores y bebidas efervescentes. 8) Espinacas. 9) Arroz. 10) Quesos blandos. 11) Ajos; y, 12) Berros; 13) Cebollas; 14) Mandarinas; y, 15) Piña.
-Pero, sobre todo, Escudero, ten presente, que el enemigo número uno de la salud, es el pollo, -y los huevos, por supuesto, también-, causante del 80% de todos los trastornos que es preciso corregir y quedarían, automáticamente, eliminados con solo dejar de consumirlo. Eso es todo y tan simple como eso, por tal razón se hace tan poco fácil ponerlo en práctica; hasta los médicos creen que es lo más saludable, pero no por estudios u observaciones, Escudero, sino, simplemente por falta de estudio u observación; es una matriz de opiniones que se ha formado, de uno a otro la va trasmitiendo sin hacerse cargo si es de verdad o no.
-Escudero, como tú sabes, le he preguntado a gran número de personas si después de seguir un régimen a base de pollo, han mejorado. Nadie, hasta ahora, -Escudero, me a dicho que sí. Pero, ese punto ya lo hemos tratado en nuestro trabajo sobre LOS SECRETOS DE LA SALUD y quien desee obtener informaciones valiosas al respecto, podrá recurrir a su lectura.
-Hidalgo, has mencionado quince alimentos que es preciso eliminar de la dieta diaria, podrías, ahora, nombrarme algunos alimentos que valdría la pena incluir en la dieta diaria?
-Por supuesto que sí, Escudero, toma nota de ello: 1) Carne de vacuno (Res): una vez por semana. 2) Atún (u otra variante de pescado, menos carite): una vez por semana. 3) Lentejas (minestrón que incluya brócoli, o, berenjena, o repollo, y pasta), tres veces por semana. 4) Limones: tres o cuatro veces por semana. 5) Minestrón de judías blancas,  que incluya calabacín: Una vez por semana. 6) Garbanzos: una vez por semana. 7) Quinchonchos, una vez por semana; 8) Manzana, tres o cuatro veces por semana. 9) Pepinos: tres veces por semana. 10) Sandía, una vez por semana. 11) Agua: ocho vasos, mínimos por día. 12) Aceitunas: varias veces a la semana. 13) Almendras, avellanas, pistachos, nueces: tres o cuatro veces por semana, alternadas al gusto, en muy pequeñas cantidades por cuanto tienden a subir la glucosa. Lo ideal sería repetir el mismo plato en dos de las tres comidas, diariamente, es decir: lo que come en la cena, repetirlo en el desayuno; o lo que come en el desayuno, repetirlo en el almuerzo; o, lo del almuerzo repetirlo en la cena. Esto significa hacer doble ración de cualquier clase de comida, para ingerirla en dos de las tres comidas diarias. Hoy en día existe la tendencia de hacer cinco comidas diarias. La modalidad es cuestión de elección personal. Nota importante: Las lentejas y las judías blancas, en minestrones al gusto, pueden suplir perfectamente la carne de vacuno y el pescado. Sería ideal adoptar un régimen netamente natural.
-Lógicamente, Escudero, si tú decides poner en práctica estas sugerencias, sería conveniente, antes, que te asesorases con tu médico de cabecera o con un dietista, para que te ayude a estructurar un régimen completo de acuerdo a tus propias necesidades de alimentación.
-Me parece bien, Hidalgo, gracias por tus valiosas sugerencias, por cuanto ya conozco la fuente de las cuales has recabado la información inicial, que es el Dr. Martín Kelber, en tu opinión, uno de los mejores médicos del siglo XX,  y que, tú, además has investigado durante más de 40 años, con resultados muy positivos.
-En segundo lugar, Escudero, realizar, diariamente, un ejercicio de respiración, reteniendo el aliento, durante 25 segundos; puedes hacerlo de la siguiente manera: Exhala todo el aire de los pulmones; inspira, por la nariz-, contando seis, mentalmente; reten el aliento, -pulmones llenos-, contando, -mentalmente-, veinticinco; exhala, -por la nariz-, contando seis. Hacerlo diez veces.
A través de la respiración, el cuerpo equilibra la energía positiva con la negativa obtenida por los alimentos, lo cual contribuye a mantener un perfecto equilibrio en la salud.
Este simple ejercicio, permite cargarse de un flujo adicional de energía, que, aparte de relajar todos los órganos que intervienen en el ejercicio, la carga de energía que produce, además de purificar la sangre, -la orina, mediante análisis de laboratorio, revela que después de cierto número de ejercicios respiratorios, se depura, aumentando la frecuencia en el orinar-, se incrementa la vitalidad, el magnetismo personal, el brillo de los ojos, la sonoridad de la voz, y la liviandad del cuerpo, adquiriendo mayor elasticidad.
-Si deseas, Escudero, obtener mayor información al respecto, puedes releer el libro de nuestra autoría intitulado Cómo Potenciar El Autodominio, que incluye un amplio capítulo sobre el tema, recordando que deberías consultar un experto sobre el tema o al médico de cabecera para que te sugiera lo pertinente sobre tu caso particular.
-En tercer lugar, Escudero, la practica de la relajación, que permite controlar el estrés y mantener un estado de calma inalterable y un perfecto equilibrio de la energía vital.
-Es preciso, Escudero, si deseas mantener una perfecta salud, practicar, diariamente, en la noche, antes de acostarte, la relajación profunda; puedes hacerlo de esta manera u otra que tú creas conveniente:
-Te acuestas, sobre las espaldas, boca arriba; efectúa tres respiraciones profundas, reteniendo el aire lo más que puedas, sin esfuerzo excesivo; exhala, lentamente, por la nariz; a la tercera vez, cierra suavemente los ojos.
Esta parte del ejercicio es esencial; al hacerlo, aseguras, ya, que dormirás mejor, por eso, es preciso evitar de voltearte, al acostarte, manteniéndote boca arriba, volviendo a esa posición cuantas veces sea necesario hasta dominar la tendencia, mientras realizas las tres respiraciones profundas ya indicadas y  efectúas la relajación, de, por lo menos, ambos pies.
-Ahora, Escudero, te centras en los dedos de los pies, primeramente, en el derecho, adquiriendo conciencia de los dedos de los pies, uno a uno, comenzando por el pulgar; luego, la planta del pies y seguidamente, el talón; acto seguido pasa al tobillo y aquí te extiende durante un lapso largo, sintiendo todo el pies, de esta manera: comienzas por centrarte en cada una de las partes, adquiriendo conciencia de la misma, relajándola, aflojándola, luego siente una sensación de calor, acto seguido, de energía, y después, imagina que un halo luminoso emana del respectivo órgano o parte. Siente, cada zona, como un centro de energía que fluye.
-Sigue ascendiendo por toda la pierna derecha; pasa, luego, a la izquierda, y sube hasta llegar a la cabeza, relajando parte por parte.
-Al llegar a la cabeza, Escudero, te imaginas escenas de calma en la naturaleza, flotando, de espaldas, en las aguas tranquilas de un lago o playa agradable que tú conozcas, y allí, en ese estado profundo de relajación, visualiza, ya realizados en forma satisfactoria, los objetivos que tengas como propósito llevar a cabo, sin involucrar a ninguna persona en particular.
-Dormirás más profundamente y mejor; quizá las primeras veces, te duermas al llegar a los tobillos u otra parte del cuerpo, si ello es así, es magnífico, por cuanto llegar a la cabeza requiere cierto tiempo. Pero, en cualquier etapa en que te duermas, descansarás mejor, cada noche. La práctica continua perfecciona el ejercicio y en nuestro libro CÓMO DESARROLLAR LA AUTO-MAESTRÍA, encontrarás este ejercicio en detalles.
Por último, Escudero, la práctica de la meditación para obtener la respuesta de la mente interior y desarrollar una conciencia intuitiva que te proporcione la guía y la respuesta a cualquier planteamiento, o pregunta, que tú puedas formular a tu mente psiconsciente, tres veces, en la quietud interior.
La práctica de una disciplina espiritual, la de tu elección, aporta un flujo de energía espiritual que proporciona un sosiego y plenitud de vital importancia para vivir con un perfecto equilibrio.
La simple conexión con el Ser Universal, -ELOÍ-, adquiriendo conciencia de la propia unidad con Él, permite fluir la energía espiritual, la luz, la prudencia y el efecto positivo de los atributos divinos en la propia personalidad.
-Esta conexión con Él, puede efectuarse mediante la repetición constante del nombre del Ser Universal, -ELOÍ-, u otro nombre de tu preferencia: Allah, por ejemplo, etcétera, pero, nunca el de un maestro en particular; hay que ir, directamente, a la fuente Universal.
La sola repetición del nombre de ELOÍ, -el Ser Universal-, es suficiente, para resolver, oportunamente, y de la manera más justa, y armónica, para las partes involucradas, cualquier situación o adquirir un estado de conciencia necesario. Repite mil veces, o más, al día el nombre del Ser Universal, Eloí, Allah, u otro de tu preferencia, y encuentra la fuente máxima de sabiduría y poder.
La meditación en el Ser Universal –ELOÍ- y sus atributos divinos, permite fluir la conciencia intuitiva, donde, mediante los sentimientos respectivos y acordes a los valores universales correspondientes a la meditación efectuada, permite recibir la guía divina y la fortaleza necesarias, en todos los casos; empero, es preciso tener expectativas positivas, por cuanto, creamos lo que esperamos, positivo o no, en la propia vida, y las expectativas constituyen auto-profecías.
Aquí se hace necesario, Escudero, recordar un aforismo de Sidharta Gautama, -Buda-, que expresa. –“Prosigamos hasta la meta, nuestros pensamientos crean el mundo”. (Tu mundo, Escudero).
-Aunque el mundo parezca que se va a acabar, prosigue confiadamente, en dirección de tu meta, en forma impasible, con serenidad y sonriente, actuando como si.… todo procede bien, y así será. Da por hecho que ya has alcanzado el logro, con total desapego.
-Recuerda, también, Escudero, el aforismo de Michele Isgró Scibilia, -que veía las cosas con una lucidez impresionante-, quien, sabiamente, solía decir: -“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo”. Y así es.
-En esos momentos en que las cosas adquieren su cariz menos favorable, es cuando se está más cerca de los resultados anhelados, por lo cual, Escudero, es preciso persistir  confiadamente, por cuanto, en el acto de tomar la decisión de no abandonar, es cuando se activan los poderes creadores de la mente y comienzan a surgir coincidencias positivas que conducen a la meta, exitosamente.
-Hidalgo, me parece excelente el conjunto de sugerencias que acabas de exponer, las cuales inspiran confianza para afrontar serenamente la vida y enrumbarla, confiadamente, a la verdadera fuente universal, con cuyo sostén fluye la energía y la luz suficientes para superar todas las etapas que correspondan en el actual ciclo de vida y en el camino a seguir en el eterno presente, hacia las metas respectivas.
-Es correcto, Escudero, tú lo acabas de decir.
-Recuerda, Escudero, que en todo es necesario la templanza, -o la moderación-, para mantener el justo equilibrio, conservando, intactas, la propia energía y la serenidad imperturbable.
-Gracias, Hidalgo, -dice Escudero-.


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Ahora, me gustaría que me comentaras el siguiente verso de oro, donde el maestro recomienda: Ser reservado:
  II.   Ser reservado:
-“Por lo tanto, habitúate a una vida sana, sin molicie; abstente en realizar todo acto que suscite envidia”.
-Escudero, como tú recuerdas, ya, en los comentarios anteriores, dejamos reseñada la importancia del silencio y la reserva sobre la realización de los propios objetivos, con el fin de no despertar fuerzas antagónicas que, en forma automática se generan tan pronto se confíe un proyecto a cualquier persona, sea quien fuere. Esta regla tiene sus excepciones; son las personas que están involucradas en la realización del mismo, –o profesionales competentes a quienes se les contrata sus servicios; ellos manejan la información con desapego profesional y están acostumbrados a obtener resultados positivos en sus gestiones, de cuyo éxito, además, derivan beneficios múltiples-.  En relación con los demás, es preciso mantener reserva, hasta que el logro haya sido alcanzado.
-La reserva, Escudero, es una fuerza aerodinámica que permite caminar silenciosamente por la vida, sin llamar la atención, y sin volverse molesto para nadie al hacer alardes, en las situaciones favorables como en las que, aparentemente, no los son. La discreción, el silencio absoluto sobre quien se es, se hace o se pretende realizar, permite trabajar sin interferencias inconvenientes, ni antagonismos innecesarios, y conservar una relación, con las personas, con una sana emulación.
-Aquí, -Escudero, se aplica aquel aforismo del Tao, que expresa: -“No ostentando la belleza se evita la lujuria”, aplicable a todos los ámbitos de la vida.
-Es preciso, Escudero, que ahora recordemos otro aforismo de Lao Tse, cuando dice: -“..Minimizar lo que se busca desemboca en logro. Por ello, cuando lo externo está controlado por el centro, nada es descuidado. Si puedes alcanzar el centro, puedes gobernar lo externo. Con el logro del centro, los órganos internos están en calma, los pensamientos son ecuánimes, los nervios y los huesos son fuertes, los oídos y los ojos están claros. El Gran Camino es llano y no está lejos de uno mismo. Quienes lo buscan lejos van y después regresan”-.
-Para alcanzar el centro de sí mismo, Escudero, es preciso guardar silencio y permanecer en calma absoluta, exteriormente. Para dominar en lo externo, es preciso gobernar desde el centro del ser, donde, para mantenerse allí, es necesario apaciguar todo ruido afuera.
-A la persona prudente, Escudero, le es indiferente la opinión del vulgo, por cuanto tiene conciencia de que es preciso emanciparse del ego, interiorizarse y efectuar la conexión divina, desde cuyo centro, se encuentra en posición de poder, expresando la infinita y potencial fuerza creadora del universo, en cada grado de manifestación, oportunamente.
-El humano virtuoso, Escudero, sigue las enseñanzas de las cuatro claves de la Esfinge, como son: Saber, Querer, Osar y Callar, sobre todo, la práctica asidua del silencio, emulando a la naturaleza, en todo, quien realiza su Gran Obra, silenciosamente, en perfecta armonía con la Ley Cósmica.
-Hidalgo, -dice Escudero-, al oírte comentar los versos de oro, siento como fluye, dentro de mí una energía vivificante y percibo, con claridad, la importancia de su puesta en práctica, cada día, como guía, en todos los ámbitos de la vida.


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-Ahora, Hidalgo, me gustaría que me comentes el último aforismo del grupo de los versos de oro relativo a la preparación, el cual exhorta a: Ser ponderado:
III.   Ser ponderado:
-“De esta manera, más de lo necesario no gastes, como hacen quienes ignoran lo que es la honradez; pero, no por ello dejes de ser generoso: La justa medida en todo, es en verdad, la virtud de la nobleza. No hagas, en resumén, lo que pueda dañarte, y pondera bien las cosas antes de actuar”.
-Escudero, la templanza es una de las cuatro grandes virtudes de los antiguos, y la que, por medio de la moderación y la austeridad, permite mantener el equilibrio en todas las cosas.
La templanza denota fortaleza y constituye el poder supremo que permite mantener el control sobre todas las cosas esenciales al logro del objetivo; empero, ello no implica que, por tal razón, se deje de practicar la generosidad y el altruismo, por cuanto, en su justa medida, dar, es uno de los grandes secretos para recibir. Empero, la generosidad debe ser practicada en forma genuina, sin menoscabar el propio equilibrio, recordando, Escudero, que, generalmente, las épocas en que las personas han sido más generosas, con su tiempo, consejo, inversión de dinero, servicio, y un largo etcétera, han sido las más prosperas para ellas. El dar, por la ley de la compensación, genera el recibir acrecentado.
-La justa medida, en todas las cosas, Escudero, viene dada por la virtud de la justicia; lo que es justo para ti, debe serlo, también, para mí; representa, en todos los actos de la vida, el sentido de la medida.
Jamás debe hacerse algo en perjuicio de sí mismo y menos, aún, de los demás, para lo cual, es preciso tomarse el debido tiempo para reflexionar antes de actuar, única manera de hacerse cargo de los efectos probables de la propia acción. La retroalimentación, permite corregir, oportunamente, cualquier desviación reflejada por los parámetros de los valores universales,  evitando todo lo que es ajeno a lo esencial, necesario y beneficioso para todas las partes involucradas, autoincluyéndose.


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-Ahora, -Hidalgo, vienen los versos de oro relativos a la PERFECCIÓN del adepto, el primer verso sobre el cual me gustaría que amplíes tu comentario, es el de: Los medios de perfeccionamiento; he aquí su contenido:
PERFECCIÓN:
 IV.   Los medios de perfeccionamiento.
-“Antes de todo, tan pronto como despiertes, aprovecha  para elevar tu Espíritu; enseguida ocúpate de cuanto en ese día quieres hacer”-.
-La mañana, Escudero, inmediatamente después de despertarse, es un momento sumamente creativo para la planificación del día. Se suele tener una claridad en las ideas que, fruto de la lucidez de Espíritu que se trae del mundo espiritual, durante el sueño, hace propicio, ese instante, para levantase tan pronto se adquiere conciencia del regreso del Espíritu al cuerpo, es decir, de la reincorporación. Es preciso levantarse de inmediato, lo cual activa la voluntad; elevar el pensamiento para establecer la conexión divina, planificar las tareas que ese día hay que ejecutar, por el estricto orden de prioridad e importancia de los resultados que se precisan y visualizar, acto seguido, las tareas esenciales, debidamente realizadas en forma satisfactoria, sin involucrar a persona alguna. La vida conoce cual es el mejor canal, es preciso dejarle a ella la elección del mismo y así se obtendrán los mejores resultados factibles.
Cada mañana, Escudero, los guías y protectores y seres afines, vienen a inspirarnos las ideas creativas idóneas y oportunas a su realización inherente, por lo cual es necesario prestarle atención a esas inspiraciones, tomar nota y ejecutarlas con confianza, cuando se percibe las bondades de su puesta en práctica.


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Ahora, Hidalgo, el siguiente verso, sobre  el examen de sí mismo, al final de la jornada, es una de las prácticas de las enseñanzas pitagóricas, realmente, más excelsas y que tanto me apasionó, cuando la leí por primera vez; helo aquí:
    V.   Examen de sí mismo:
-“Antes de dormirte, cada noche, por mucho cansancio que tengas, tres veces examina cada uno de tus actos:
·       –“Dónde he estado?”
·       –“Qué he realizado?”
·       –“Cuál obligación dejé de cumplir?”
Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recríminate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”.
-Escudero, nos estamos adentrando, ahora, a lo más  profundo de la enseñanza pitagórica que equivale a decir, de la antigüedad clásica, ya que, es el reflejo de doctrinas más antiguas que Pitágoras asimilara por sus andanzas por Egipto, Babilonia, y otros lugares por los que anduvo, recordando que Orfeo representó, con anterioridad, una fuente de tránsito de vital importancia, en la cual se basan, aún hoy día, muchas de las más importantes instituciones esotéricas, entre ellas la Masonería Universal; ésta es una de las más sublimes y augustas, que contiene, en su simbolismo, una profunda y antiquísima sabiduría. Es necesario descifrar este antiguo bagaje, aprovechando sus enseñanzas, aprovechándola como medio de autorrealización. En las tradiciones históricas de la Doctrina de la Verdad Universal, Pitágoras constituye una de las fuentes esenciales.
-La práctica de repasar el día, antes de dormir, preguntándose:          –“Dónde he estado?” –“Qué he realizado?” –“Cuál obligación dejé de cumplir?” , permite, Escudero, rememorar todo lo que se ha realizado y al revisarlo, percibir las eventuales fallas, lo que se ha dejado de hacer, cómo pudo haberse hecho mejor, lo cual lleva a hacerse cargo de cómo, la siguiente vez que se afronte una situación análoga, se puede resolver de una manera más efectiva. Es, este método, Escudero, el verdadero arte de la maestría personal. Es la meditación sobre la vida y la conciencia intuitiva y las eventuales inspiraciones de los guías espirituales, que comunican a través del propio pensamiento, facilitan la percepción de la verdad universal en todos los ámbitos existenciales, por cuanto, la vida se vive cada día y optimizar el ejercicio de vivir es la parte más importante en la existencia humana, ya que la puede rendir más efectiva, satisfactoria y feliz, que es el objetivo del Ser Universal y todas las fuerzas de la naturaleza de las cosas tienden a cooperar a tal fin.
Dice el filósofo de Samos: Partiendo desde el inicio, recorre, también, el después del después. Has incurrido en bajezas? Recríminate! Has realizado justas acciones? Alégrate. De las primeras, proponte enmendarte; estas últimas, tenlas como modelo a seguir, con fervor. Esto es lo que a ti te pondrá en la horma de la virtud divina”. Cada error implica una auto-promesa de corregirlo la siguiente vez, o de contactar con las personas involucradas para disculparse y reestablecer la armonía, compensar cualquier eventual perjuicio o, simplemente, aprovechar alguna oportunidad que, el día que terminó dejó de hacerse.
-Este ejercicio desarrolla la facultad de la imaginación, que es la visión del Espíritu, así como la capacidad de  visualización, que permite la creación mental de las nuevas condiciones idóneas que se perciben que deben ser gestadas la próxima vez. Al rememorar las situaciones vividas y detectar que es lo que estuvo bien y qué es lo que precisa corrección, esa prudencia perceptiva a través del auto-análisis se fija en la memoria del alma y el constante ejercicio de recordar la mantiene activa y le permite aflorar cada vez que se precisa el conocimiento archivado, tanto del presente ciclo de vida, Escudero, como de los anteriores. Este constante recordar, durante ese momento previo al sueño, en que van adormeciéndose los sentidos físicos, permite expandir la conciencia y entrar en un nivel fronterizo de la misma, en el cual, el Espíritu, emancipado de los sentidos físicos, realiza lecturas de contenidos mentales relativos a vidas anteriores, registrados en la propia alma, a la vez, que, proyectado en las esferas mentales acordes al propio nivel evolutivo, efectúa lecturas de contenidos mentales archivados en el alma de quienes, por afinidad, entra en contacto, y, esa riqueza de percepciones, en dicho estado fronterizo de conciencia, es decir, de conciencia expandida, al reincorporarse, el Espíritu, al cuerpo, en esos breves intervalos de la reincorporación, el Espíritu la rememora y el cerebro las registra y las transfiere a la conciencia objetiva del presente ciclo de vida, a la cual puede tener acceso con facilidad y sin percatarse, la persona, va expandiendo su conciencia de las cosas, conociendo una inmensa cantidad de cosas que no le ha enseñado nadie, simplemente, las sabe sin saber como, pero las sabe y su prudencia interior va aflorando cada vez que precisa un conocimiento determinado para resolver algo o tomar una determinada decisión, lo cual le permite prever o anticipar cosas como si las hubiese conocido desde siempre.
-Esta práctica del recuerdo de los hechos del día, facilita la unificación de la conciencia y su expansión a niveles de conocimientos que van más allá de la facultad de percepción a través de los cinco sentidos y de la lógica inductiva y deductiva y mantiene activa la memoria, tanto del presente ciclo de vida, como más allá del mismo, pero, sobre todo, en perfecto funcionamiento.
-Hidalgo, esta explicación que has efectuado sobre la unificación de la conciencia, me parece, simplemente, extraordinaria y los alcances que tú percibes sobre el contenido de este verso, amplía de manera sustancial la importancia de su práctica constante.
-Hidalgo, -dice Escudero-, tal como se ha percibido mediante este análisis, es el ejercicio vivo de la meditación que permite aflorar una prudencia efectiva a través del desenvolvimiento de la existencia, en el diario acontecer.
-Es correcto lo que dices, Escudero; te felicito por ello una vez más.



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-Hidalgo, ahora, me gustaría que me comentases el siguiente verso, el cual, entre otras cosas, trata de: La meditación. La fe. La vida virtuosa. La ciencia del Universo.
 VI.   La meditación. La fe. La vida virtuosa. La ciencia del Universo.
-“Sí, sí: Por Aquel que a nuestros Espíritus ha transmitido la Tetratkis, fuente de la eterna-fluente Naturaleza. Esto es lo que hay que hacer. Estas cosas hay que empeñarse en practicar, y amar. Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección”.
-Escudero, el filósofo de Samos, hace énfasis en que –“Esto es lo que hay que hacer. Estas cosas que hay que empeñarse en practicar, Estas cosas hay que amar”; y, acto seguido, agrega: -“Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección”.
-Esta senda de la perfección divina, -Escudero, viene representada por el estudio de todas las ciencias y la práctica de todas las virtudes, que es el lema de la Masonería Universal.
-Esta práctica de todas las virtudes viene dada por la meditación constante en los valores universales o atributos divinos del Ser Universal, -ELOÍ-, y la meditación en Él, así como su constante recuerdo. Esto permite la conexión espiritual a través de la propia interiorización y la percepción de la unión permanente con la fuente, con la cual formamos una unidad perfecta e indisoluble.
A través de la práctica reseñada en el verso anterior y su respectivo comentario, se lleva a cabo un trabajo de auto-perfeccionamiento constante y, por ende, se entra en la divina senda de la perfección.
-El maestro, Escudero, asegura la efectividad de esta práctica, -“Por Aquel que a nuestros Espíritus ha transmitido la Tetratkis, fuente de la eterna-fluente Naturaleza”-.
-Aquí, Escudero, venimos a entrar en contacto con la doctrina más excelsa y secreta del Maestro, la Tetratkis,  la fuente de la perenne naturaleza.
-Qué es la Tetratkis, Escudero?
-Me gustaría que me lo explicases tú, Hidalgo.
o   –En primer lugar, Escudero, vamos a referirnos a la tétrada, la cual está representada por el tetraedro, o pirámide triangular, conformada por cuatro caras, tres laterales y una que constituye su base.
o   –Representa, Escudero, al ser humano, como universo en miniatura, -o microcosmos-, que contiene todo lo existente en el Gran Universo o Macrocosmos, dentro del cual, en armonía con el todo, se desenvuelve.
o   La tétrada, -Escudero, es equivalente al Tetragrama, cuyas cuatro letras: Yod, hé, vau, hé, simbolizan el nombre inefable de la Divinidad, que se prohibía pronunciar.
o   –De igual manera, Escudero, constituye el cuaternario, expresado por la Monada, la Diada, la Tríada y la Tétrada, cuya suma de los cuatros números es decir: 1 + 2 + 3 + 4 = 10; donde, el diez, -Escudero, representa la Tetraktis pitagórica, que simboliza la fuente perenne de la naturaleza. También, se representa, mediante un triángulo con diez puntos interiores que simbolizan, uno, la Monada, dos, la Díada, tres, a la Tríada, y cuatro, el cuaternario.
o   –Como lo expresa la Doctrina Universal, Escudero, todo se origina de la Unidad, es decir,  el Espíritu Creador Universal, de quien emana todo; se expresa a través de la Dualidad –las polaridades, en todos sus ámbitos, vertientes y variantes-, se manifiesta en una Trinidad, -es decir: Espíritu, alma y cuerpo-; y actúa en el Cuaternario: la unidad en el todo; el todo, en la unidad.
o   -La tétrada, Escudero, está simbolizada por el triángulo y el punto en el centro, que equivale al ojo que todo lo ve.
o   –Referente al ser humano, Escudero, las tres caras laterales de la tétrada, representan el Espíritu, el alma y el cuerpo.
o   -El Espíritu, Escudero, como tú muy bien sabes, es la vida, en el ser humano; es inmortal y eterno y emanado, en un momento dado, del Ser Universal a la conciencia individual, y constituido de la misma naturaleza espiritual de Él, -es decir, es un Creador al igual que la fuente de la que proviene-, dotado de inteligencia y poder potencialmente infinitos, que irá expresando, gradualmente, en la medida en que va afrontando situaciones por resolver, en el mundo de las manifestaciones, u objetivos que se hayan planteado, como su cuota de aporte a la gran obra. Cada vez que se ponga en movimiento, para alcanzar una meta determinada, activa, en el grado acorde a la magnitud de la obra, su poder potencialmente infinito.
o   –Escudero, pese a que el Espíritu adquiere, en un momento dado, su propia individualidad y haya sido dotado de libre albedrío, él conserva y conforma, en forma permanente, una unidad perfecta e indisoluble con el Ser Universal, cuya conciencia de esa unidad permite canalizar el poder y la sabiduría de los atributos divinos, de los cuales, el Espíritu, al igual que el Creador, está dotado y que representan, en el ser, los sentidos cósmicos, que siempre habrán de guiar su acción en el eterno presente, expresándose en la conciencia del ser como sentimientos en cualesquiera de sus dos polaridades, según sea el caso.
o   –Escudero, el alma es el intermediario entre el Espíritu y el cuerpo, es de polaridad neutra y sirve de unión entre el Espíritu y el cuerpo, por cuanto siendo éstos de polaridad opuesta, y, debido a que, en la naturaleza, los opuestos jamás se unen, el alma sirve de enlace entre ambos, permitiendo formar una unidad en la dimensión física en el planeta.
o   -El alma, Escudero, tiene una cualidad que es de suma importancia tener presente, la cual es su elasticidad. Esta característica le permite al Espíritu, estando encarnado, emanciparse del cuerpo, en un momento dado, y llegar, sin límite de espacio ni de tiempo, a cualquier lugar en donde se encuentre la información que precisa. A tales efectos, no tiene importancia  la ubicación de la persona que la posea,  bien sea que esté encarnada o en la dimensión espiritual, donde, alcanzándole, en proyección espiritual, mediante la lectura de contenidos mentales, percibe la información que requiere y traerla, de vuelta a su materia, donde, en el breve intervalo que media a la reincorporación, el cerebro la registra y la transfiere a la conciencia objetiva.
o   -En el alma, Escudero, los sentimientos se expresan como emociones, en cualquiera de sus dos polaridades, y ellos se encuentran representados, por los dos ángulos que permiten unir el triángulo que representa al alma, con el respectivo lado de la base del tetraedro, cuyo equilibrio, en el vértice, viene expresado como felicidad, equilibrio y armonía.
o   -El cuerpo, Escudero, representa el vehículo en el mundo de la manifestación física y simboliza el tercer triángulo de la tétrada.
o   –En cuanto al cuerpo y a la polaridad que expresa toda manifestación, simbolizado por los dos ángulos inferiores, uno representa las fuerzas creadoras; el otro corresponde a las fuerzas destructoras.
o   El equilibrio entre la polarización de estas fuerzas opuestas constituye la salud y el bienestar físico y mental.
o   En el dominio del alma, las emociones, equivalentes a los sentimientos experimentados por el Espíritu, son de polaridad polivalente, es decir, positivos y negativos, según sean las acciones ejecutadas en correspondencia con una de las dos polaridades expresadas, se obtiene la alegría del deber cumplido o la insatisfacción creadora.
o   Alegrías o desilusiones  emocionales están representadas en la segunda cara lateral de la tétrada, por los dos ángulos inferiores.
o   Las tres caras de la tétrada simbolizan el ser humano, tendientes a la unidad por la manifestación del equilibrio, quien rige, y debe hacerlo siempre, los tres ámbitos de la realidad.
o   -La voluntad, Escudero, que, en armonía con el universo, expresa la del Supremo Artífice, encuentra su asiento en la cúspide de la pirámide, desde cuya posición domina toda la estructura de la manifestación, dando estabilidad y equilibrio al conjunto.
o   –Escudero, pongamos como ejemplo, lo siguiente: En el cuerpo, el equilibrio se expresa como salud. En el alma, como armonía y/o felicidad; y, en el Espíritu, como conciencia intuitiva, certeza, convicción, confianza y entusiasmo.
o   En cuanto al Espíritu, la verdad, en todas sus vertientes y dimensiones, -acorde con los valores universales o atributos divinos-, constituye el polo positivo, siendo la única que proporciona al pensamiento la certeza que se refleja como paz  y equilibrio en la conciencia.
o   -Verdad y error, Escudero, tienen su representación en los dos ángulos inferiores del tercer triángulo.
o   La cúspide del tercer triángulo es el equilibrio del centro, otorgando, al Espíritu, la serenidad, que representa el supremo autodominio del adepto, manifestándose en el cuerpo, como salud perfecta, en el alma, como felicidad suprema, y en el Espíritu como serenidad y lucidez mental, termómetro que refleja el perfecto equilibrio que, siempre, debe imperar de acuerdo con los supremos designios del Gran Arquitecto del Universo.


19


-Hidalgo, me gustaría, ahora, que comentes el siguiente verso, el cual trata de la oración, el cual, dice:
VII.   La oración:
-“Pero, al cumplimiento de la obra cíñete, tú, no sin antes solicitar asistencia a los Espíritus protectores que la conduzcan a la perfección”.
-Escudero, en primer lugar, exhorta a la acción, a dar el primer paso, lo cual casi siempre, representa la mitad del camino por andar, En esto es donde precisan fortalecerse la mayoría de los seres humanos. La mayoría sabe elegir bien sus objetivos y tomar decisiones correctas, pero, precisan desarrollar el hábito de pasar a la acción. A la hora de poner manos a la obra, hay que hacerlo cuanto antes, venciendo la fuerza inicial de inercia; posteriormente, la misma fuerza de la inercia del movimiento, nos conducirá a feliz término, casi sin esfuerzo alguno. Aquí reside un profundo secreto del éxito. Además, el trabajo constituye el laboratorio alquímico, donde se templa la voluntad y se purifican las pasiones, elevándose el Espíritu a regiones superiores de realización. En este ejercicio, las mismas fuerzas creadoras del universo, utilizan, a la persona para realizar los objetivos que ella cree que son suyos. En el fondo no son más que la cuota de la gran obra que asumió, -y casi sin darse cuenta realiza-, por el mecanismo de la propia ambición. El Ser Universal dotó al ser humano del mecanismo de la ambición, para que para que, dejado a su libre arbitrio, el ser humano –y todos los seres en los cuatro reinos naturales-, por sí solo, se ponga a la tarea, con lo cual, sin que nadie le presione, y asumiendo sus propios objetivos, realmente, está realizando la obra del Ser Universal, cumpliendo su voluntad, plasmada en la ley cósmica. Empero, siempre recibirá el respectivo salario cósmico, al mismo tiempo que se va forjando en la maestría universal, con lo cual, adquiere la capacidad y la aptitud de asumir tareas de mayor envergadura, y/o que, al mismo tiempo, se les confíen, aunque, en el fondo solamente se trata de percibir, asumiendo, y tomando su propio lugar en la realización de la Gran Obra, de acuerdo a las inquietudes de los tiempos.
-Escudero, aquí la oración, a la que alude el filósofo de Samos, es la comunicación espiritual con el Ser Universal, solicitando asistencia espiritual e iluminación para realizar la tarea de la mejor manera posible, es decir, perfecta, en sentido relativo, por supuesto, por cuanto cualquier grado de perfección alcanzada es una expresión de otra mayor por conquistar.
El constante recuerdo del nombre del Ser Universal, -Eloí, -o Allah-, o cualquier otro de tu agrado, mantiene la conciencia activa en la percepción de la unidad y la meditación en Él y sus atributos divinos carga, a cada ser, con la potencia necesaria a la magnitud de la obra emprendida. La clarificación de las ideas, o visión, le conducen a la realización de la cosa correcta, en el momento oportuno, en armonía con el todo y con todos.
-De todas maneras, Escudero, poner manos a la obra y trabajar, constituye de por sí la mejor oración, y además, en forma automática activa el mecanismo de la propia intuición e invita, a los Espíritus guías del universo y a los afines que coadyuvan a la Gran Obra, a realizar las respectivas inspiraciones, en el propio pensamiento, que aportan las ideas creativas para alcanzar esa perfección a que alude el maestro, aportándole, al mismo tiempo, ese entusiasmo, y energía creativa, -fuerza de empuje, que le transforma, a la persona, -Escudero, en incansable hasta culminar la obra con la máxima perfección posible, por cuanto, en el fondo, esa no es su obra, es parte de la Gran Obra, en cuya realización cada quien aporta un ladrillo, perfeccionándose, al mismo tiempo, en labrar la piedra bruta que representa, para transformarla en cúbica, símbolo de la perfección máxima, siempre relativa, que es la persona misma. Cada ser participa en la  construcción del gran edifico o fraternidad universal, como pieza perfecta y en armonía con el todo, ubicándose, de acuerdo a la ley de afinidad y la justicia divina que otorga el respectivo salario cósmico, en el lugar y orden que le corresponde en el concurso de todas las cosas y así disfrutar de la libertad en armonía con el todo.
-Gracias, Hidalgo, es inspirador tu comentario.


20


–Háblame ahora sobre el siguiente verso, relativo a la  iniciación, el cual, expresa:
VIII.   La iniciación:
 -“Conocerás el orden divino que rige a los Espíritus, a los seres humanos y a todas las cosas, y percibirás la unidad que penetra la obra toda. Entonces, sabrás que la Naturaleza es una e idéntica en todas partes; a no esperar lo inesperable, y, a no dejar nada sin explicación”.
-Escudero, en el anterior comentario, prácticamente nos hemos adelantado un poco sobre el contenido de este aforismo, ya que, cuando el filósofo de Samos sugiere que la observación de estas reglas permitirá conocer, a cada quien, el orden que reina entre los dioses inmortales, es decir, Espíritus, en la dimensión espiritual de la vida, y los hombres, en la dimensión física, así como en que se separan las cosas y en que se unen. Esto viene dado por el cumplimiento de las leyes esenciales del universo, cuales son, la ley de afinidad, que ordena todo lo existente de conformidad al veredicto de la ley de la justicia divina y la belleza divina –que es otra forma de justicia-, cuya suma existencial conforma el potencial de vida. Este grado de potencia le facilita ubicarse, automáticamente, en el orden cósmico que le corresponde, en igualdad de condiciones en la ley y ante la ley, en armonía con el todo, cuya ley de compensación le otorga, o compensa, el salario cósmico.
-La afinidad en las ideas, gustos y belleza es lo que une o separa a los seres  y a las cosas en el entorno universal, donde los opuestos jamás se unen, aunque el fin último es la transmutación constante hasta alcanzar la armonía universal. Empero, ella existe  aquí y ahora, en el eterno presente, ya que, cualquier movimiento en el saldo existencial, por medio del salario cósmico, ubica y reubica, a cada ser, en el orden perfecto que le corresponde, en un momento dado, aquí y ahora.
Con la comprensión de lo dicho, se percibe, como lo dice el filósofo de Samos, que la naturaleza es una en todas partes y las mismas leyes rigen todo. Al ver más allá de las apariencias, nada queda oculto a la propia conciencia y se discierne la realidad acorde a la verdad universal y a los valores que corresponden a los atributos divinos.
-Hidalgo, gracias; cada comentario tuyo a los versos de oro me permite abrir una ventana por donde comienzo a observar una nueva realidad, que, sin embargo no es nueva, siempre ha estado allí, empero, ahora la percibo con mayor grado de claridad y veo desplegar, frente a mí, nítido, el camino de mi vida.


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-Ahora, Hidalgo, comenta el siguiente verso, cuyo contenido se encuentra relacionado con: La clarividencia o lo que a ti te gusta denominar: conciencia intuitiva:
 IX.   La clarividencia:
-“Sabrás, que los seres humanos soportan pruebas por ellos mismos generadas. Insensatos: A su lado se encuentra el bien, y no lo ven, ni lo oyen; y, también, la liberación de los males la descubren pocos. Tal es la condición que opaca el juicio a los humanos! Son desplazados de un lado para otro, como lo hacen las infantiles cuentas, después de incesantes sacudidas. La discordia es su natural y triste compañera, a la que no hay que provocar, sino cederle el paso y huir de ella”.
-Llegando a ser clarividente, serás libre, virtuoso y señor de tus propios deseos, Escudero, con lo cual, estarás conciente de la enseñanza que el Ser Universal, en su carácter de Gran Pedagogo, expresa en la conciencia, por medio de los sentimientos, en correspondencia a los valores universales, expresión de los atributos divinos que, al igual que los de Él, tú posees de la misma naturaleza, en la percepción de su doble polaridad que te señalan el camino correcto, el bien y el mal, el valor y el antivalor, fungiendo de sentidos cósmicos.
La percepción intuitiva es un estado clarividente de una realidad que va más allá de las apariencias físicas y de la capacidad de razonamiento por medio de la lógica inductiva y deductiva, que permite darse cuenta de lo esencial, -en todos los ámbitos existenciales-, del conocimiento precisado, en un momento dado, funge de guía certera en la realización de la propia obra.
-Percibirás, Escudero, tal como el filósofo de Samos lo sugiere y, antes de él, Homero ya lo había observado claramente, que las personas sufren los males que ellas mismas generan por el desconocimiento de las leyes universales, cosechando lo mismo que siembran, ni más ni menos, y estando rodeados de abundancia por todas partes, en vez de tomarlas directamente de la fuente, por derecho divino, buscan de hacerlo por vías indirectas que no constituyen el verdadero camino para obtener el salario cósmico, y poseer la abundancia que a cada quien está destinada en el concurso de las cosas.
-Empero, esta gente, que ni quiere ver ni oír las verdades universales acordes con las leyes cósmicas, experimentarán en carnes propias los efectos de sus propias acciones, hasta que, haciendo conciencia suficiente, por medio de la acción del Gran Pedagogo, en la propia conciencia, van observando su diario vivir de acuerdo a la naturaleza, como lo hacían los estoicos. De aquí, Escudero, que se hace preciso divulgar, cada día más y mejor, la Doctrina Universal y enseñar la ley de la reencarnación y la del karma, por cuanto tengo la convicción firme de que, cada persona, conociendo las consecuencias que habrá de afrontar, de acuerdo a la ley del karma, se abstendrá de violar las leyes divinas; en cambio, adaptará su conducta ella, para beneficiarse y ser verdaderamente feliz.
-Hidalgo, estoy en un todo de acuerdo contigo y comparto tu criterio de que, en todas las escuelas, desde los primeros grados, es preciso enseñar los valores universales y la ley del karma y la de la reencarnación, a cada ser; tendremos una humanidad más justa. Empero, es preciso empezar por educar a los líderes y a los grupos de influencia, para que cambien de actitud y se interesen de ayudar a crear un mundo mejor, el que cada quien, en su próximo ciclo de vida quiera encontrar, y lo encuentre porque la misma persona ayudó a crearlo.


22


-Háblame, ahora, Hidalgo del siguiente verso, que se refiere a la verdad oculta, el cual expresa:
   X.   La verdad oculta:
-“Oh, Dios! De cuántos males librarías a los humanos, si tan solo te dignases en desvelarles a que daimón obedecen! Pero, tú, ten confianza. El origen de los seres humanos es divino. La Naturaleza le va abriendo el acceso a las arcanas virtudes, que ella misma les explica”.
-El Ser Universal, Escudero, en su rol de pedagogo, actúa en la conciencia de cada ser, por cuanto, el efecto de las propias acciones, es experimentado en forma instantánea, tan pronto se realice la acción o se piense determinada cosa, ya que los pensamientos son la génesis de todas las manifestaciones, sea cual fuere la polaridad. Es un trabajo silencioso el que realiza el Ser Universal y en esta labor cooperan, solidariamente, todos los seres que asumieron el rol de impartir la luz y crear un mundo mejor de acuerdo con los planes del Gran Arquitecto del Universo.
-Por supuesto, el demonio a que, cada persona obedece, representa la sintonía mental con las respectivas esferas. De acuerdo al grado de elevación, o la falta de ella, se abren los canales espirituales para recibir ayuda o canalizar la influencia causante de las obras y su respectiva cosecha. Lo que se busca es reedificar una vida nueva, en armonía con las concepciones elevadas de la vida.
-Escudero, cada Espíritu es una emanación divina del mismo Creador Universal, es decir, el ser humano es un Creador, empero, lo ignora y es preciso que lo sepa, que conozca que es un león y no un cordero; un águila y no un polluelo; para que, en el concurso de todas las cosas, ocupe su propio lugar y se beneficie del respectivo salario cósmico. Empero, también es cierto, que el Pedagogo Universal ya está trabajando en la conciencia de los seres para iluminarle el camino correcto a seguir. Oportunamente, cada quien se rendirá a la inspiración divina expresada en la propia conciencia, tanto fruto del Creador, como de los guías y protectores, y entes afines, que buscan ayudar para que cada quien obtenga la tajada que le corresponda en el reparto de los beneficios de la obra realizada.
-Cada quien, Escudero, oportunamente, va descubriendo el rol que, en los planes cósmicos, le corresponde de acuerdo a su suma existencial. y a la ley de afinidad que ordena todo, en el universo, en correspondencia con la ley de justicia y sus dos leyes auxiliares, la de igualdad y la de compensación. Existe, en el mundo, pese a las apariencias, un perfecto orden, en todo. Cada persona –o cosa-, se encuentra en el lugar que le corresponde, en un momento dado.


23

-Hidalgo, el último de los versos, tiene por título La recompensa.  La sabiduría. Refleja un interés especial; hazme saber tu opinión y lo que piensas sobre tan interesante aforismo; helo aquí:
 XI.   La recompensa.  La sabiduría:
-“Si de ellos en ti hay algo, verás hasta allí, donde te exhorto, reintegrado y silente, y con el Espíritu inmune de todo mal. Pero, deja los alimentos que te prohibí, en los días en que, en hacer puro y libre el Espíritu buscas. Observa, discierne y valúa todo, y a la Inteligencia soberana erige en auriga de lo Alto. De esta manera, dejando el cuerpo, en el eter, libre, irás, como Espíritu divino e inmortal; no más vulnerable serás”.
-Escudero, este punto es bastante explicito por sí mismo, empero, es preciso destacar diversos aspectos esenciales; por ejemplo:
o   –“Si de ellos en ti hay algo, verás hasta allí, donde te exhorto, reintegrado y silente, y con el Espíritu inmune de todo mal”.
-Esta parte del aforismo significa que, si cada persona toma lo que le pertenece de acuerdo a la ley de la justicia, es decir, lo justo para todas las partes involucradas, obrando con equidad, rectamente, estaría observando sus enseñanzas, las cuales constituirán la solución suficiente para todas las situaciones y librarían al propio ser de todos aquellos males que genera el actuar en desacuerdo con la justicia, que, si lo recordamos, Escudero, según decía Ulpiano, es dar a cada quien lo suyo.
Está claro, -Escudero, como, en la opinión del maestro, para obtener el sumo bien que la vida tiene dispuesto para cada ser, es preciso actuar de acuerdo a las directrices del sentido de la justicia y tomar lo que a cada quien le pertenece, es decir, su salario cósmico.
o    Sobre lo que sigue del aforismo: -“Pero, deja los alimentos que te prohibí, en los días en que, en hacer puro y libre el Espíritu buscas”. Como recordarás, Escudero, en el curso de este diálogo, ya hemos analizado lo pertinente sobre este particular, reseñando los alimentos prohibidos, y aquellos que se sugiere de ingerir, siempre consultando, antes, al respectivo médico homeópata o de cabecera.
Ahora bien, sobre: -“Observa, discierne y valúa todo, y a la Inteligencia soberana erige en auriga de lo Alto”-
-Es preciso, Escudero,  analizar bien las cosas antepuestas a la propia consideración y meditar sobre ellas para discernir el deber, lo útil, lo conveniente, lo necesario y cualesquiera otras características que permitan incluirlas entre las deseables o entre las excluibles, de acuerdo al sentido de la medida. Alzando alto la mente, en reflexión meditativa, lo que facilita la percepción intuitiva, que siempre es certera si se sabe escuchar la voz de la conciencia, el mejor juez en las propias decisiones y acciones por los sentimientos de lo justo, o de lo contrario, que, en la misma, el Gran Pedagogo, el Ser Universal, deja sentir, siempre oportunamente.
Por último: -“De esta manera, dejando el cuerpo, en el eter, libre, irás, como Espíritu divino e inmortal; no más vulnerable serás”.
-Esta parte del aforismo, Escudero, contiene dos vertientes, por lo menos: sobre la primera, es importante destacar que, el adormecimiento de los sentidos físicos despierta, simultáneamente, los sentidos espirituales, que permiten percibir las intuiciones que aportan la guía certera en el largo camino que representa el eterno presente y las inspiraciones de los guías, protectores y afines que buscan, cada día, ayudarnos en la realización de la gran obra. Por eso, Escudero, aplica las enseñanzas contenida en los versos de oro, léelos, cada día, medita en ellos, y observarás como un estímulo positivo va generándose en tu interior, iluminando tu mente con percepciones intuitivas, y de inspiración, que guiarán, cada día mejor, tu vida, a su verdadero destino, en una evolución ascendente, sin límites de ninguna clase.
Sobre la segunda vertiente, Escudero, el maestro expresa que si adormeces tu cuerpo para volar hasta los libres orbes del éter, serás un dios inmortal, incorruptible, se refiere al acto de concluir un ciclo de vida, donde, el Espíritu, dotado de vida eterna e inmortal, conserva su estado espiritual con el cual ha emanado del Ser Universal, y aún en su ciclo de vida, en la dimensión física, conserva, solo que, en la dimensión espiritual su conciencia refleja la totalidad de sus ciclos existenciales, sin límites de espacio ni de tiempo, y de ninguna otra naturaleza.
Sin embargo, -Escudero, el Espíritu seguirá reencarnando, en el eterno presente, por cuanto, siempre encontrará un más allá en progreso, lo cual hace que la vida sea tan emocionante en cada nueva expresión en la espiral evolutiva, en la Rueda Universal, es decir, el Círculo y el Signo más.
-Gracias, Hidalgo.
-Adelante, Escudero, hasta la próxima jornada.

09 de marzo de 2008.